El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comienza este lunes una nueva gira por Oriente Próximo que le llevará a Jordania, Arabia Saudí y Qatar para abordar con los líderes de estos países el conflicto entre Israel y Hamás, defender un alto el fuego y abogar por la solución de los dos Estados.
Tras el paréntesis de la Semana Santa, Sánchez retoma su agenda con esta actividad internacional que se prolongará hasta el miércoles y durante la que se reunirá en Amán con el rey jordano, Abdalá II; en Yeda (Arabia Saudí) con el príncipe heredero de este país, Mohamed bin Salmán; y en Doha con el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani.
La gira, en pleno Ramadán, da continuidad a los desplazamientos que ha realizado en los últimos meses por otros países de la zona. En concreto, tras los ataques terroristas de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre, Sánchez participó el día 21 de ese mes en una cumbre internacional en Egipto para analizar el conflicto, y en noviembre visitó Israel, Palestina y Egipto junto con el primer ministro belga, Alexander de Croo.
También abordó este asunto en algunas de las conversaciones que mantuvo durante la cumbre sobre el cambio climático COP28 que se celebró en Dubái el pasado 1 de diciembre y en las reuniones con las principales autoridades de Irak con las que se vio en Bagdad a finales de año.
La primera visita en más de una década
La de Sánchez será la primera visita de un jefe del Ejecutivo español a Jordania y Arabia Saudí en 15 años, y la primera a Qatar en 13, ya que José Luis Rodríguez Zapatero fue el último en hacerlo en 2009 y 2011, respectivamente.
Será también su primer viaje a la región desde que la pasada semana, junto con sus homólogos de Irlanda, Malta y Eslovenia, se comprometiera a reconocer el Estado palestino cuando "pueda suponer una contribución positiva y las circunstancias sean las correctas".
En su debate de investidura, ya se comprometió a trabajar para ello, y a primeros de marzo anunció que en esta legislatura propondrá al Parlamento ese reconocimiento, ante lo que Israel le ha reprochado que suponga "una recompensa al terrorismo".
Sánchez reiterará en el viaje su defensa de un alto el fuego que ponga fin a la catástrofe humanitaria que vive Gaza y de una conferencia internacional de paz que impulse la única solución que ve posible al conflicto: la convivencia de dos Estados, Israel y Palestina.
Eso implica reconocer no sólo a Palestina, sino también a Israel, que aún no ha sido aceptado por muchos países árabes y musulmanes, como Arabia Saudí y Qatar.
Sánchez viajará este lunes a Jordania, donde pernoctará para reunirse el martes con Abdalá II y trasladarse ese mismo día a Yeda para verse con el príncipe Bin Salmán. Con él tendrá oportunidad de abordar, aparte de la situación en la región, la decisión del grupo saudí STC de adquirir el 9,9% de Telefónica, a lo que el Ejecutivo respondió anunciando que se hará con el 10% de la compañía para salvaguardar su capacidad estratégica.
La última etapa de la gira será Qatar, donde se reunirá el miércoles con su emir y, a falta de confirmación oficial de su agenda, mantendrá un contacto con empresarios españoles con intereses en este país.