Pedro Sánchez quiere llamar a Alberto Núñez Feijóo antes de final de año para invitarle a La Moncloa y abordar tres asuntos: la renovación del Poder Judicial, la reforma del artículo 49 de la Constitución -para eliminar el término "disminuido"- y empezar a hablar sobre financiación. Así lo ha avanzado el presidente del Gobierno este miércoles, en un corrillo informal con periodistas tras el acto por el aniversario de la Carta Magna en el Congreso de los Diputados.
Con respecto al CGPJ, Sánchez ha insistido en la necesidad de "dejar a un lado las excusas e ir a los hechos", tal y como ha aseverado a su llegada a la Cámara Baja, para acabar con una situación que tacha de "irresponsable y absurda", pero ha advertido de que no aceptará que se pongan condiciones, después de que Feijóo haya abogado por renovar el Consejo y cambiar el sistema de elección de los vocales de forma simultánea.
El PP no puede imponer su posición cuando no tiene mayoría en el Congreso, ha advertido Sánchez, que además ha vuelto a insistir en que el "secuestro" del órgano de gobierno de los jueces constituye un caso de 'lawfare'. Así, el líder socialista ha reivindicado que hay que llegar a un acuerdo sin condiciones y ha defendido que no va a alterar las mayorías. La Constitución, ha sentenciado, se tiene que cumplir.
Feijóo acudirá, pero mantiene su postura
Por su parte, fuentes del PP han trasladado a laSexta que, si Sánchez le llama, Feijóo acudirá a La Moncloa, pero también han apostillado que le gustaría no tener que enterarse del orden del día por los medios. Los 'populares', no obstante, insisten en renovar el CGPJ y llevar a cabo a la vez la reforma legal sobre el sistema de elección de sus miembros.
Sánchez defiende la ley de amnistía
Por otra parte, en esa conversación informal con los medios, Sánchez también se ha referido a la ley de amnistía y al rechazo de la derecha y la ultraderecha a la norma: a este respecto, ha afirmado que PP y Vox trasladan un dramatismo que no ocurre en la calle y que ambas formaciones "corren un maratón como si corrieran los 100 metros". La ley de amnistía, ha defendido, es una política de Estado que contribuye a la convivencia y el tiempo -ha remachado- pondrá a cada uno en su sitio.
El presidente también ha valorado positivamente el discurso de la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, y ha hablado también sobre la ruptura de Podemos con Sumar, abogando por el entendimiento entre fuerzas políticas. Preguntado acerca de si esto afectará a la gobernabilidad, ha indicado que todos comparten los avances, aunque ha reconocido que habrá que negociar más.