El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha clausurado la convención del PSOE en A Coruña desde el Palacio de Exposiciones y Congresos, una intervención en la que ha recalcado la gestión de su Gobierno frente a "los agoreros", a quienes ha asegurado que "España va en la buena dirección".
Acompañado del candidato socialista a la presidencia de la Xunta de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, Sánchez ha asegurado que el PP tiene "miedo a la participación" en las elecciones de Galicia, que se celebrarán el 18 de febrero.
El acto, en el que los servicios sanitarios han tenido que intervenir a uno de los asistentes, ha tenido uno de sus grandes titulares con el ofrecimiento de Sánchez a Alberto Núñez Feijóo de llegar a "grandes acuerdos" entre PSOE y PP a cambio de que los 'populares' "dejen sus alianzas con Abascal".
"Nuestra mano está tendida", ha asegurado Sánchez, que ha avanzado que no van a "parar" pese a las medidas que han introducido en 60 días de Gobierno, anunciando un plan de refuerzo para matemáticas y comprensión lectora para los jóvenes estudiantes. "Pese al esfuerzo de los jóvenes, hay asignaturas que son duras de roer", ha añadido.
Sánchez también ha hablado de la crisis de los pellets en Galicia, preguntándose "para qué sirve esta Xunta del Partido Popular" cuando dijeron que "las playas son competencia de los ayuntamientos y el mar, del Gobierno de España". "Ninguna crisis se puede resolver desde la soberbia, desde la mala gestión y desde la mentira", ha agregado, considerando que Galicia no merece "un gobierno instalado en la desidia, en la mentira y en la mala gestión".
"Pedimos un alto el fuego permanente en Gaza"
Pedro Sánchez ha defendido la gestión del Gobierno de coalición "frente a los agoreros de la catástrofe" y vaticina que "a Rueda le va a pasar lo mismo en Galicia" que a Feijóo y a Abascal en España, quedándose sin opción a formar gobierno. "Tengo buenas vibraciones con Galicia", ha confesado.
En su intervención, Sánchez ha pedido un alto el fuego permanente en Gaza para la entrada de ayuda humanitaria, así como el reconocimiento del Estado palestino con apoyo internacional, elogiando el "compromiso e inspiración" de Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, que estaba presente en el acto.