El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha plantado ante las llamadas 'leyes de la concordia' que el PP y Vox han aprobado o están en trámites de aprobar en Aragón, Castilla y León y Comunitat Valenciana. "Ya no podemos ser cómplices. Recordar es una obligación" ha asegurado Sánchez este miércoles en Alicante en el homenaje a las víctimas en el 85º aniversario del exilio republicano.
Así, Sánchez ha reiterado que el Gobierno "recurrirá a todos los medios del Estado de derecho para proteger la memoria histórica y la dignidad de las víctimas del franquismo". Según ha indicado, "las leyes antimemoria impulsadas por dos partidos políticos de nuestro arco parlamentario (en alusión al PP y Vox) en varias comunidades autónomas son un ataque al derecho internacional". También, ha insistido, en que es un "atentado contra nuestra democracia y frente a la dignidad de las víctimas".
El líder del PSOE se ha mostrado muy duro con estas leyes del PP y Vox e incluso ha hecho alusión al informe de la ONU de la semana pasada en el que censuraba las 'leyes de la concordia' de PP y Vox por "invisibilizar" los crímenes del franquismo. De hecho, en el mismo informe, Naciones Unidas instaba al Gobierno a adoptar "todas las medidas necesarias para garantizar el estricto respeto de los estándares internacionales de los derechos humanos en materia de preservación de la memoria histórica".
"Como dice el informe de la ONU, hay que ser mala persona para no atender el reclamo de la víctimas, de lo que fueron violaciones de los derechos humanos durante la Guerra Civil española y la dictadura franquista". "El dolor no prescribe. Defender la memoria es una obligación. Equiparar víctimas con verdugos es lo contrario a la concordia", ha insistido el presidente.
Además, ha hecho hincapié en que "jamás debe utilizarse la historia como táctica política" y ha ironizado con que "pensábamos que en 2024 la derecha española tendría superados algunos debates como llamar dictadura a un régimen como el del dictador Franco".
Las leyes del PP y Vox, dice, "se llama de muchas maneras", pero considera que "nunca se puede llamar concordia", sino que se llama "revisionismo histórico". "Ya no podemos ser cómplices. Recordar es una obligación. La memorias del pasado son la regeneración democrática de nuestro presente", ha añadido.
Por su parte, Sánchez ha reconocido que aunque "no podemos evitar el dolor", ha asegurado que "sí podemos, debemos, y vamos a seguir haciendo preservar su memoria".