La Comisión de Salud Pública ha decidido no cambiar los plazos establecidos para administrar la segunda dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, una propuesta que se ha valorado para tratar de aumentar la vacunación con la primera dosis a los grupos vulnerables.
Según mantenía el Ejecutivo, al retrasar la inoculación de la segunda dosis se podría avanzar en la vacunación de los sectores prioritarios. Algo que ya ponen en marcha países como Reino Unido, Francia, Italia, Finlandia, Alemania o Dinamarca. Pero, tal y como ha confirmado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado, finalmente se ha acordado no modificar nada sobre las dosis: "Celebro que se siga con el intervalo actual porque es más ventajoso. Comparto que el intervalo de dosis se mantenga como está", ha manifestado la ministra.
En este sentido, Darias ha considerado que el protocolo ya establecido para administrar ambas dosis es una de las "certezas" que tenemos en la estrategia de vacunación. Actualmente, la segunda inyección de la vacuna de Moderna se pone a los 28 días y para la de Pfizer hay establecido un margen de 21 días, siguiendo las recomendaciones de la ficha técnica de los fármacos.
Sobre la mesa se planteaban varias opciones. La primera, la de continuar con la misma separación entre primera y segunda dosis con las vacunas de ARNm, siguiendo con la estrategia; la segunda, la de aumentar el intervalo de separación en las personas menores de 79 años en seis u ocho semanas; y la última, aumentar el tiempo entre dosis para personas menores de 69 años en un lapso de seis u ocho semanas.
Pero la Agencia Europea del Medicamento (EMA),ya había advertido de que las segundas dosis de estas fórmulas no deben retrasarse más allá de los días marcados. Y es que apuntan a que solo respetando los plazos se garantiza la eficacia que la vacuna ha registrado en los ensayos clínicos. "Actualmente no hay datos clínicos sobre la eficacia de la vacuna cuando se administra más allá de los intervalos utilizados en el ensayo clínico", alertó el regulador europeo.