Estos planteamientos se han puesto sobre la mesa en la jornada 'El tabaquismo en el SNS', en el que han participado representantes del Ministerio de Sanidad, de las sociedades médico-científicas de oncología, cardiología y neumología, de los partidos políticos, y de las Comunidades Autónomas.
Organizado por la Fundación para la Investigación en Salud (FUINSA), con la colaboración de Pfizer, los participantes han rechazado que los nuevos productos del tabaco como cigarrillos electrónicos o productos calentados, aporten beneficio alguno en las estrategias antitabáquicas.
La subdirectora general de Promoción de la Salud y Vigilancia en Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Araceli Arnáez Arce, ha mostrado su "preocupación" por estos nuevos derivados del tabaco y ha afirmado que "son nocivos para la salud y se desaconseja su uso, y son peligrosos para los jóvenes".
Esta responsable ha mencionado las playas, las terrazas y el conjunto de los recintos hospitalarios para impulsar acciones que les libren de humo.
Los representantes de PSOE, Podemos y Ciudadanos en este debate también han rechazado los nuevos productos, que equiparan con el tabaco convencional, y se han mostrado abiertos a fórmulas de financiación para tratamientos de deshabituación tabáquica.
El portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso, Jesús María Fernández, ha apostado por dar un "paso más" en la lucha contra el tabaco tras las leyes de 2005 y 2010, con el objetivo de sacar el tabaco de otros espacios públicos, como espacios deportivos, playas o coches.
La diputada de la Comisión de Sanidad de Podemos Mae de la Concha ha recordado que a pesar de las leyes, un 25% de los españoles y españolas fuma y en las prisiones el consumo de tabaco alcanza al 70%.
Y ha ofrecido otro dato, el 95% de la personas que en España trataron de dejar de fumar el año pasado, no recibió ninguna ayuda pública, para defender tratamientos financiados.
Ricardo Pérez Alamillo, técnico legislativo de Sanidad del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, ha equiparado los nuevos productos del tabaco a los de siempre y ha situado en el campo de las decisiones políticas adoptar medidas de financiación para combatir el hábito de quienes fuman.
Los médicos que han asistido a esta jornada han expuesto el enorme impacto del tabaco en la salud, defendido la financiación de tratamientos para dejar de fumar, así como un nuevo impulso normativo para reducir el consumo de tabaco.
El presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos A. Jiménez-Ruiz, ha asegurado, aludiendo a estudios independientes, que tanto los cigarrillos electrónicos, como el nuevo producto IQOS, contienen sustancias tóxicas y efectos tumorales y pulmonares.
Esther Holgado, oncóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha alertado del aumento de consumo de tabaco en las mujeres y ha afirmado que, si no se torna la situación en España, una persona de cada seis morirá en 2030 por impacto del tabaco, un producto que en la actualidad es responsable de unas 50.000 muertes anuales.
Representantes de las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas de Murcia, Navarra y La Rioja han presentado sus estrategias antitabaco y han coincidido en la necesidad de "desnormalizar" el consumo de tabaco como un hábito para dejar claro que se trata de una adicción que produce una enfermedad.