Siete años han pasado desde que ETA anunciase "el cese definitivo de su actividad armada", una frase que ponía fin a más de 40 años de terrorismo y emplazaba a mirar hacia el futuro. Un compromiso "claro y firme", decía la banda terrorista, para superar el conflicto armado.
"La nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no una democracia sin memoria", afirmaba el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Siete años después, el expresidente de los socialistas vascos, quien mantuvo conversaciones en secreto con el entorno de ETA, recuerda que no dudó de lo que estaba haciendo. En declaraciones a 'RNE', Jesús Eguiguren ha asegurado: "En aquel momento estaba convencido de que lo que estábamos haciendo contribuía al fin de ETA".
Ahora los partidos políticos echan la vista atrás. En este sentido, Miquel Iceta ha declarado que "supuso un alivio y realmente se ha demostrado que el País Vasco está mejor sin ETA y sin violencia".
Sin olvidar, dicen desde el PP y Ciudadanos, a las víctimas. Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, ha señalado que "el mejor homenaje es no olvidarles, tenerles muy presentes y pedirle al Gobierno que sea más considerado con las víctimas".
Por su parte, Alfonso Alonso, del PP, ha afirmado: "No vamos a olvidar y exigimos que haya una memoria real para las víctimas del terrorismo".
Algo que le reprochan desde Podemos. Echenique ha manifestado que "sería buena idea que pasar esa página fuera definitivo y que la derecha deje de usarlo para hacer política".
En esa memoria, el atentado de Hipercor en Barcelona (el más letal de la banda), el asesinato de Miguel Ángel Blanco, las movilizaciones en repulsa del terrorismo y las más de 800 víctimas mortales en la historia de ETA.