El pleno del Senado ha dado luz verde a la proposición de ley de eutanasia, tras rechazar de nuevo los vetos del PP y Vox, y remitirá el texto al Congreso para su ratificación definitiva y su entrada en vigor tres meses después. Solo un centenar de senadores han apoyado los vetos, frente a 155 votos en contra, los mismos que han dado el visto bueno a la proposición de ley impulsada por el PSOE para regular la ayuda médica a morir.
La votación ha tenido lugar horas después de un largo debate celebrado por la mañana en el hemiciclo, que ha concluido con un aplauso a los familiares de Maribel Tellaetxe y María José Carrasco (pacientes que sufrían enfermedades incurables y que solicitaron la eutanasia antes de fallecer), presentes en la tribuna de invitados.
"Hoy es un día para la satisfacción", ha afirmado la senadora del PSOE María Esther Carmona, que se ha felicitado por el "sólido" apoyo parlamentario al texto, "una buena ley", ha dicho, que responde a un "clamor social" que pide despenalizar y regular la eutanasia. Ha defendido que se trata de una ley "cargada de humanidad", respetuosa, que no "señala" ni "estigmatiza" a nadie y que cuenta con todas las garantías para las personas que soliciten la ayuda a morir y para los profesionales que la presten.
En este contexto, ha acusado al PP y a Vox de intentar generar "miedo y ruido" y ha agradecido la labor de quienes de manera desinteresada han trabajado por la ley y recogieron un millón de firmas en apoyo a la regulación de la eutanasia.
Rechazo de PP y Vox
Con su veto, el PP ha rechazado un texto que considera de "dudosa constitucionalidad" y que, ha denunciado, deja desprotegidos a los más frágiles, los mayores y las personas con enfermedades crónicas y discapacidad, a los que "estigmatiza", "discrimina" e "invita" a poner fin a su vida.
"Hay que aliviar el sufrimiento y nunca eliminar al que sufre; el Estado no puede pasar de proteger la vida, a causar la muerte", ha denunciado el senador popular Antonio Román, quien ha enmarcado la ley en "la agenda ideológica de un gobierno que busca la confrontación social" y liderar la "progresía mundial".
Tanto el PP como Vox han reivindicado la mejora de los cuidados paliativos frente a la eutanasia, han denunciado que no se hayan pedido informes a órganos consultivos, y han criticado aspectos concretos de la propuesta, como la obligación de que los médicos objetores de conciencia se inscriban en un registro o la consideración de "muerte natural" la provocada por la eutanasia.