Por mucho que el PP ha intentado en la última semana retrasarla, en cuestión de días el BOE publicará la nueva ley que convalida las condenas que los presos etarras hayan cumplido en el extranjero. Este lunes se ha votado la modificación de la ley orgánica 7/2014 en el Senado con un total de 111 votos a favor, 148 en contra y dos abstenciones. Debido a esto, el presidente del Senado, Pedro Rollán, ha anunciado que entiende ese rechazo por mayoría absoluta como un veto y por ello la devuelve al Congreso.
Aunque inicialmente se preveía que la norma saliera adelante al haber superado todo el trámite parlamentario previo, que hacía a priori irrelevante la votación de este lunes, la interpretación de Rollán apoyada en un informe de los letrados de la Cámara, supondrá un retraso en su aprobación definitiva.
El presidente del Senado ha informado de esta interpretación sobre el veto al proyecto de ley después de anunciar el resultado de la votación. Rollán ha basado esta postura en un informe de la Secretaría General del Senado, fechado el pasado viernes y al que ha tenido acceso laSexta, que aduce que un rechazo por mayoría absoluta en el pleno "ha de tener el efecto jurídico de un veto, por haberse acordado con carácter final y global con la consiguiente devolución del texto al Congreso".
"Ha de entenderse que el pleno del Senado ha vetado el texto", ha afirmado Rollán ante los senadores, enarbolando el artículo 90.2 de la Constitución y el 106 del Reglamento de la cámara, tras el debate de un proyecto de ley que no había recibido enmiendas ni vetos. La posibilidad de devolver el texto al Congreso no ha sido mencionada en ningún momento del debate previo a la votación de este lunes.
En este sentido, en el texto se ha destacado que nunca antes en democracia la mayoría absoluta del Pleno del Senado ha votado en contra de un proyecto de ley que no ha sido enmendado en Comisión.
"Un rechazo del texto en el Senado por mayoría absoluta, sin haberse presentado veto ni enmiendas, es un caso inédito", se ha subrayado en el texto de la secretaria general del Senado. También se ha apuntado en el documento que "ante la falta de precedentes y a la vista de lo señalado por la sentencia del Tribunal Constitucional 97/2022, puede considerarse, de conformidad con el artículo 106.1 del Reglamento del Senado, como un veto, dando lugar por consiguiente a la vuelta del mismo al Congreso".
Desde el PSOE han expresado que la votación no puede ser interpretada como un veto y que no hará falta verlo en el pleno. Es más, simplemente bastará con que la mesa vea que no ha habido veto ni enmienda para mandar la reforma al BOE.