El presidente del Parlament balear y diputado de Vox, Gabriel Le Senne, ha dado explicaciones y ha pedido "disculpas" tras la polémica que protagonizó este miércoles, pero ha descartado dimitir. Le Senne, que rompió una foto de víctimas fusiladas por falangistas durante la Guerra Civil y expulsó a diputadas socialistas, considera que "se ha exagerado y sacado de quicio" su impulsiva reacción, pues, según su versión, su "intención no fue romper el cartel sino retirarlo".

"Tuve un momento en que me enfadé e hice algo que no debí hacer", ha señalado, en declaraciones a los periodistas, a los que ha asegurado que fue "un momento de ofuscación tras diez horas de pleno y uno se equivoca". Además, ha querido concretar que lo suyo no fue "odio a ninguna víctima ni mucho menos".

Aun así, ha insistido en que hay otras cosas "mucho más graves" que han sucedido, sin especificar cuáles, y a las que no se le habría dado tanta importancia como a este gesto de desprecio a la memoria histórica.

Los hechos sucedieron durante un debate, el pasado martes, en el que Vox y PP dieron los primeros pasos para la derogación de la Ley de Memoria Democrática. Le Senne (Vox), expulsó del pleno a las diputadas socialistas y miembros de la Mesa de la Cámara Mercedes Garrido y Pilar Costa por exhibir fotos de republicanas asesinadas en la Guerra Civil que acabó rompiendo. Tras su actuación, el PSOE pidió su "dimisión inmediata", algo que ha rechazado el político ultraderechista.