A dos días de la Nochebuena y con un ritmo de contagios desbocado, los planes de millones de españoles están pendientes de la reunión que hoy mantendrá el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con los presidentes autonómicos para discutir qué medidas implantar para frenar la sexta ola de la pandemia en plenas vacaciones navideñas.
Ayer, con los últimos datos, se notificaban casi 49.823 nuevos contagios, el máximo en un día en lo que va de pandemia, y la incidencia en 14 días por cada 100.000 habitantes ha sumado en 24 horas otros 86 puntos, hasta dispararse hasta los 695 casos por cada 100.000 habitantes.
En ese contexto, algunas comunidades autónomas piden apretar el acelerador de las restricciones e implantar de nuevo la mascarilla en exteriores o reducir aforos y horarios de la hostelería, pero no parece que vaya a haber predisposición a acordar prohibiciones duras en la Conferencia de Presidentes de mañana.
De hecho, un informe técnico del Ministerio de Sanidad de este martes se limita a recomendar poner tope al número de participantes en eventos públicos y sociales de las celebraciones de Navidad, sin hacer referencia expresa a las restricciones en la hostelería o el ocio nocturno ni tampoco al uso obligatorio de la mascarilla en exteriores.
"Durante las celebraciones de las fiestas navideñas se recomienda limitar las reuniones sociales con familiares y amigos, las comidas y fiestas de empresa y los actos públicos en los que se puedan producir aglomeraciones, así como la protección especial de las personas vulnerables", recoge el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que dirige Fernando Simón. El informe no especifica a cuántas personas deberían limitarse las interacciones.
Los técnicos de Sanidad aprueban el uso de test de antígenos antes de las reuniones sociales. "En ocasiones, se puede valorar la utilización de pruebas de autodiagnóstico antes de reuniones", dice el informe, que asegura que estas pruebas "pueden ayudar a detectar algunos casos positivos y reducir riesgos".
Además, los técnicos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas han acordado este martes que los contactos estrechos de un contagiado con la variante ómicron de coronavirus no tengan que guardar diez días de cuarentena domiciliaria, en el caso de que tengan la pauta de vacunación completa.
Esta ha sido la decisión más importante de la que ha informado el Ministerio al término de la Comisión de Salud Pública, que ha aligerado el criterio con respecto a lo que sucedía hasta ahora, un cambio que se produce en el contexto actual de alta incidencia y de amplia circulación de la variante ómicron.
No obstante, esta ola es distinta a las anteriores porque se produce sin que se hayan implantado restricciones pero con ya el 92 por ciento de la población mayor de 12 años vacunada.
Aunque las inmunizaciones no han evitado el azote de la pandemia. En el conjunto de España la incidencia es de 695 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la del año pasado por estas fechas -225-, cuando la presión de las UCI estaba en torno al 20 %.
Ahora, con una incidencia casi tres veces mayor, la situación de las unidades de cuidados intensivos es mejor que entonces, aunque ya se supera el 15 por ciento de ocupación por enfermos de covid y la tasa va en aumento.
La Comunidad de Madrid ha notificado este martes tres veces más contagios que ayer: 11.221 frente a los 2.645 del lunes, y también han subido el número de pacientes hospitalizados en planta.
La explosión de la variante ómicron, con más de 5.000 nuevos contagios diarios en Cataluña, ha provocado que ya haya más de 1.300 personas hospitalizadas con covid en esta comunidad, 340 de ellas en las UCI, más que en la Navidad del año pasado, con una media de 17 fallecimientos al día en la última semana.
¿Es posible un acuerdo de mínimos?
En ese contexto los presidentes autonómicos llevan una variada lista de propuestas al encuentro, con Cataluña a la cabeza del grupo de autonomías que pide medidas duras, en concreto la vuelta al toque de queda, que considera que se debería aplicar en toda España.
De hecho, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, asegura que pedirá hoy el aval judicial para implantar esta medida, limitar los encuentros a 10 personas, cerrar el ocio nocturno y reducir al 50 % los aforos en la restauración y al 70 % en los comercios, cultura, eventos deportivos y gimnasios.
Muchas comunidades abogan por reforzar el uso de la mascarilla y por esforzarse en el proceso de vacunación y porque las restricciones sean comunes a todos los territorios, pero sin embargo casi nadie apunta a la necesidad de restringir la actividad de la hostelería. Medidas que se pondrán hoy sobre la Mesa de la Conferencia de Presidentes, aunque sin garantía de alcanzar un consenso.
La propia portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no ha aclarado si el Gobierno es partidario de establecer nuevas restricciones ante el rápido incremento de los casos de COVID-19 en los últimos días ni cuáles serían estas medidas y se ha limitado a señalar que van a valorar "un mínimo común denominador" que se pueda aplicar en todo el país. En este contexto, la portavoz del Gobierno ha afirmado que el Ejecutivo va a escuchar a todas las comunidades autónomas y que algunas de ellas ya se han posicionado "y no todas piensan igual".
En este sentido ha añadido que son muy respetuosos con las decisiones de cada autonomía y que lo que pretende el Ejecutivo es coordinar un "mínimo común denominador".