Muchas de las personas migrantes que llegan a las costas españolas son malienses. Lo hacen huyendo de la guerra en su país y del terrorismo yihadista. Cruzan la frontera con Mauritania y se encuentran con el campo de refugiados de Mbera. Allí, ahora mismo, 50.000 personas viven hacinadas en una situación que las autoridades definen como crítica.
Es uno de los mayores campos de refugiados en África. Está al sur de Mauritania y acoge a más de 50.000 refugiados malienses. Todos quieren escapar de la violencia en la región. Como cuenta el periodista Antonio Maestre en laSexta, "la gente viene huyendo de una guerra que lleva más de 12 años en Mali".
El campo de Mbera está hacinado y apenas queda espacio. Maestre insiste en que se trata de un "campo de refugiados que está sobrepasado". Por eso, cuenta que la gente "tiene que huir de ahí".
Los refugiados huyen de la violencia yihadista y la guerra en Mali, lo que provoca que el país esté divido. El gobierno, apoyado por el grupo de Mercenarios rusos Wagner, lucha contra las milicias rebeldes por el control del país. Estos se hacen con sus recursos naturales. Y, como siempre, la población civil es la gran víctima. Por ello, huyen en busca de una nueva vida.
Solo en 2024, alrededor de 16.000 malienses han llegado a las Islas Canarias. Un aumento del 400% más en comparación al año pasado. Recorren miles de kilómetros de un camino lleno de obstáculos antes de llegar a nuestras costas.