¿Darles asilo en España o deportarles? Es la cuestión que se dirime a estas horas y que está provocando fricciones en el Gobierno de coalición. En el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas continúa la huelga de hambre de un grupo de los saharauis, algunos familias con menores, que piden asilo en España. Denuncian que llevan varias semanas retenidos en el aeropuerto, en condiciones insalubres y piden la protección de España.

El ministro del Interior ya anunció ayer que no cumplen los requisitos necesarios y que serán deportados. Pero esta misma mañana, representantes de Sumar se han desplazado a Barajas para visitarles y pedir al Gobierno que les proteja.

La diputada Tesh Sidi ha defendido que esos saharauis "no son de origen marroquí y por ende no se les puede deportar a Marruecos. Tampoco Marruecos debe reclamarlos". "Nuestro gobierno progresista debe poner los derechos humanos en el centro", ha insistido.

En la misma línea, el diputado Enrique Santiago ha abogado por mantener las relaciones diplómáticas con Marruecos pero sin que sea a costa de ceder en la "defensa de los derechos humanos de la población saharaui y de su derecho a obtener protección frente a la persecución". "No son personas que disfruten de la protección de Marruecos porque no son marroquíes y en estos momentos no pueden acceder a un pasaporte internacional. España tiene la obligación de protegerlos", ha añadido.

También desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se han pronunciado. Creen que la expulsión de estas personas y su entrega a Marruecos podría poner en "grave riesgo" sus derechos y sus vidas, por lo que ha añadido que las solicitudes de asilo que están todavía en trámite "deben ser valoradas bajo el criterio de prudencia y admitidas para su estudio con detenimiento".

Hace días los diez activistas saharauis solicitaron asilo, pero España decidió denegárselo, si bien por protección de datos la Oficina de Asilo y Refugio no facilita detalles de por qué ha rechazado otorgarles protección. Desde Interior explican que de acuerdo con la legislación serán devueltos a Marruecos.

El sábado, familiares de los solicitantes de asilo se manifestaron frente a la sede del Ministerio del Interior para denunciar las condiciones infrahumanas que están teniendo sus familiares durante su estancia en Barajas, por la falta de higiene y las picaduras de chinches, sin acceso a luz solar y con la misma comida desde hace veinte días.