Tras ladenuncia del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias a Begoña Gómez, pareja de Pedro Sánchez, el presidente del Gobiernoha abierto la puerta a su salida del Ejecutivo y este lunes dará a conocer su decisión. "Necesito reflexionar sobre si debo continuar", ha escrito él mismo en una carta.
Sumar espera la decisión, pero defiende que el Gobierno merece continuar. La formación defiende su tesis de que el acoso de la ultraderecha no puede ganar la partida.
Ernest Urtasun, ministro de Cultura ha mostrado su máxima solidaridad a Pedro Sánchez: "Nuestro más sincero apoyo y cariño y nuestro máximo respeto por su decisión. Cuando hay casos de 'law-fare' y se ataca a miembros de la familia es un momento para que la política traslade humanidad".
Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso ha defendido una "movilización popular" que "tiene que activarse por la democracia" y "por la defensa de la soberanía" porque "a los dirigentes, a los presidentes no los pueden poner, ni quitar, las maniobras mediático-judiciales".
Mónica García, ministra de Sanidad, se ha mostrado muy crítica con la derecha: "Solo se centra en el derribo personal, en el acoso a través de insidias y 'fakes' y no lo vamos a permitir".
Los socios de investidura también han mostrado apoyo al Presidente, aunque con matices. Entre los partidos que en su día le dieron la investidura a Pedro Sánchez la noticia de la posible dimisión ha caído de maneras diversas.
Desde ERC lo animan a que siga haciendo frente a la ultraderecha desde del Gobierno. "Es el momento de comprometerse, de nunca abandonar", ha dicho Pere Aragonès, president de la Generalitat.
Esquerra responde que, si el camino elegido es ese, ellos se pondrán del lado de Sánchez. "Nunca vamos a dar alas a una causa fomentada por el fascismo", ha respondido Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso.
Mientras, Carles Puigdemont lo reta a poner en marcha la otra vía, la de la moción de confianza: "Si cree que su liderazgo se ha debilitado como consecuencia de ello, siempre puede presentar una cuestión de confianza y despejar todas las dudas".
Al Partido Nacionalista Vasco la decisión de pararse unos días para reflexionar les chirría. "Todo es muy extraño", ha apuntado el lehendakari Iñigo Urkullu. Creen que no hacía falta darse tanto tiempo. "Abrir un 'impasse' de cinco días yo creo que es excesivo", ha declarado Andoni Ortuzar, presidente del PNV.
En Bildu indican que parte del problema está en la politización de la Justicia y afirman que, en caso de una nueva investidura, se volverán a poner de lado de la izquierda.