Acompañado de los consellers del Govern, que se reunirán de forma extraordinaria en esta localidad gerundense, donde hace un año se registró la primera intervención policial del 1-O, Torra ha apelado a mantener el "espíritu" de aquel día, mientras los asistentes coreaban el lema: "el pueblo manda, el gobierno obedece".
Mientras grupos de los CDR cortaban las vías del AVE en la estación de Girona y calles céntricas de Barcelona, el presidente catalán ha subido a un escenario instalado en la plaza donde se ubica el pabellón que ejerció de centro de votación del referéndum del 1-O ante una pancarta en la que también instaba al gobierno de la Generalitat a "obedecer al pueblo".
Quim Torra ha agradecido inicialmente al Govern de hace un año que hiciese "posible aquel referéndum de autodeterminación", y ha tenido un recuerdo para "los que no están en primera fila y deberían estar", en referencia a los exconseller encarcelados y a los huidos al extranjero.
Torra ha considerado que el 1-O fue la "semilla constituyente de la República Catalana" y ha insistido en la necesidad de recuperar "aquel espíritu" para encarar los "retos" de las próximas semanas.
Para el presidente de la Generalitat, la "fraternidad" que presidió los sucesos de hace un año es necesaria en el momento actual, y ha citado unas palabras del músico Pau Casals que ha resumido en la frase: "no tengáis miedo de ser libres".
"O libertad o libertad", ha manifestado Quim Torra, quien ha vuelto a recordar a los presos soberanistas para indicar que "no se está juzgando a unos cuantos políticos, sino al pueblo de Cataluña".
Quim Torra ha apelado a la "conciencias colectivas de todos los catalanes" para saber si se aceptarán las sentencias o a raíz de ellas se recuperará "la determinación del 1-O".
El dirigente catalán ha asegurado por último que el pasado día uno de octubre fue "el primero de la victoria", para concluir con un "Viva la República", mientras los CDR le repetían que el gobierno debe obedecer al pueblo y reclamaban la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch, después de las cargas del sábado en Barcelona contra manifestantes independentistas.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha estado también en este acto en Sant Julià de Ramis y ha apelado insistentemente a la "fraternidad" que, a su entender, se vivió el 1-O.
Según Torrent, cuyo domicilio se encuentra a tan sólo cinco minutos de la plaza donde ha tenido lugar esta conmemoración, el referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional fue el "acto de soberanía más determinante".
"El 1-O, sobre todo, es futuro, no sólo memoria de dignidad, si no recorrido de futuro", ha afirmado Torrent, antes de añadir que, desde aquel día, "nada será igual".
El alcalde de Sant Julià de Ramis, Marc Puigtió (ERC), ha leído una carta de Oriol Junqueras, redactada desde la prisión de Lledoners, que denuncia la "represión brutal" que a su juicio supuso la intervención policial de hace un año en este municipio y califica las conmemoraciones de hoy de "jornada de reivindicación".
Tras estas intervenciones en el marco de una programación que ha incluido la llegada de una urna de aquel referéndum desde la vecina localidad de Sarrià de Ter y la entrega de claveles a Quim Torra y a lo consellers, el Govern se ha dirigido al ayuntamiento para realizar la reunión extraordinaria.