El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y los expresidentes Artur Mas y Carles Puigdemont han enviado una carta al rey en que le piden reflexionar sobre Cataluña y abrir "una etapa de negociación que acabe dando la palabra a la ciudadanía" catalana.
En la sesión de control al Govern en el Parlament, Torra ha criticado el discurso que hizo el monarca el 3 de octubre contra los planes independentistas del Govern de entonces: "El rey de España dejó de ser el rey de muchos catalanes".
En la carta se alega que aquel discurso de Felipe VI abrió una "herida considerable" en la sociedad catalana que aún no ha cicatrizado, y afirman que el rey abandonó el papel de neutralidad que debería caracterizarle.
En su intervención ante el pleno, Torra ha recordado que Escocia votó sobre su independencia con el aval del gobierno de David Cameron, y ha concluido que "nadie se puede imaginar" que la reina Isabel II hubiera hecho un discurso como el que hizo Felipe VI.
En la misiva, Torra, Mas y Puigdemont le afean que aquel discurso fue un aval a la violencia de las cargas policiales del 1-O y se preguntan: "¿No debería situarse por encima de unos intereses particulares y tratar de ser una voz de conciliación y defensa del diálogo?".
Aseguran ser conscientes de las limitaciones constitucionales que impiden al rey según qué acciones, pero interpretan que sí está en su mano "arbitrar y moderar entre los poderes del Estado". La carta empieza asegurando que en 1990 el rey dijo "Cataluña es la que los catalanes quieren que sea", y el texto pide que esas consideraciones se hagan efectivas ahora a través de una negociación, un diálogo y una votación.
Así, el presidente y los dos antecesores insisten en que cualquier negociación entre la Generalitat y el Estado debe acabar con los catalanes pronunciándose en las urnas: "Estamos seguros de que ningún demócrata se puede oponer a dar la voz a la gente". "No pedimos nada que no esté a su alcance. Escúchenos sin apriorismos ni prejuicios y ayude a facilitar un proceso de apertura, modernización y prevalencia democrática. Si lo hace, nos encontrará", añaden.
Torra no ha desvelado ni en la carta ni en su intervención ante el pleno si este viernes piensa acudir a la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona, a la que sí irá Felipe VI, aunque en la misiva sí le plantea verse en algún momento aprovechando su visita.
Así, en la postdata de la carta Torra dice: "Estoy convencido de que querréis encontrar un rato en vuestra venida a Cataluña este viernes" para dialogar, y aprovecha para pedirle una lectura más abierta de la Constitución y de su rol como jefe del Estado. "Me parece que la predisposición al diálogo es una exigencia mínima para poder mantener la relación de respeto que toca entre las instituciones y los países. Tengo que poder explicarle cómo se siente una gran parte del pueblo de Cataluña", concluye.
Torra, Mas y Puigdemont aprovechan la carta para listar agravios que consideran que padece Cataluña; entre ellos, la existencia de "presos políticos y exiliados", para los que piden volver a su casa sin represalias.
También consideran que hay una regresión generalizada en España que no se limita a los soberanistas, sino a músicos como Valtònyc, "condenado a cárcel por la letra de una de sus canciones". "Es una carta que preferiríamos no haber tenido que escribir", aseguran los tres, que también lamentan que el Parlament, tras las elecciones del 21-D, no ha podido investir a quien ha querido, en alusión al expresidente Puigdemont.