El mismo día que Nissan ha anunciado el cierre la planta de Barcelona, el presidente de Alcoa en España, Álvaro Dorado, se ha reunido con los representantes legales de los trabajadores para trasladarles la intención de despedir a unas 534 personas.
Un golpe muy duro, sobre todo, para la economía gallega, que ha llevado a los trabajadores a concentrarse en Lugo y a iniciar una marcha hacia la subdelegación del Gobierno en A Coruña para pedir la intervención del Ejecutivo.
"Estamos gritando desesperadamente, la ministra Reyes Maroto tiene que intervenir ya para solucionar esto", ha señalado Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de empresa de Alu Ibérica. "Hay solvencia económica detrás y necesitamos que alguien tire de esto", ha añadido.
En un comunicado, la compañía ha anunciado el despido colectivo de 535 trabajadores de la planta de San Cibrao, en Lugo, asegurando que la producción es "ineficiente", debido a los costes de la energía y al bajo precio del aluminio. "Esto ha causado significativas pérdidas recurrentes", según la dirección.
Por su parte, la titular de Industria ha asegurado en Al Rojo Vivo que "conoce muy bien la situación" y ha estado conversando con ambas partes. "Es una empresa que tiene muchas ayudas públicas y le pedimos corresponsabilidad porque España necesita construir un proyecto de país y crear empleo en torno a la industria", ha apuntado Reyes Maroto.
Este mismo jueves el grupo automovilístico Nissan también ha comunicado al Gobierno el cierre de las plantas que tiene en Barcelona -en la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca-, en las que trabajan cerca de 3.000 personas.