Óscar Puente habla de "graves daños" en Rodalies por el robo de cable de cobre que causó el caos en la red ferroviaria catalana en plena jornada electoral. El ministro de Transportes, que no descarta que haya sido un sabotaje, calcula que se tardará "en torno a dos meses en volver a la normalidad" y reponer todos los servicios e infraestructuras a su estado anterior. Unos actos vandálicos, ha dicho, que también tienen consecuencias económicas, con un coste de "aproximadamente 15 millones de euros".

En una comparecencia ofrecida este lunes para explicar los hechos de la víspera, el titular de Transportes ha detallado que "los graves daños de esta incidencia en las instalaciones ferroviarias de Rodalies" se debieron al "cortocircuito del cable de 3.300 voltios de alimentación sobre cables de telecomunicaciones e instalaciones de seguridad".

Ese contacto, ha precisado, "se produjo por ese robo del feeder en tensión", que "apareció situado sobre un elemento metálico de las instalaciones de seguridad": "El que roba el cable lo deja depositado sobre la señal, emitiendo tensión, eso se traslada a toda la red de cables y comunicaciones y acaba produciendo el cortocircuito y los incendios consiguientes", ha resumido Puente.

Además, el ministro ha hecho hincapié en que el lugar del corte de cable "es un nudo ferroviario clave en el norte de Barcelona". "Esta actuación no se produce en un punto cualquiera", ha subrayado, sino "en un punto con un elevado número de vías, muchos cambios de aguja y señales y con un centro de mantenimiento de Adif y un taller de Renfe". "El robo del cable y dejar el cable sobre la señal emitiendo tensión durante tanto tiempo en cualquier otro punto no hubiera supuesto la afectación que supuso", ha indicado.

Puente también ha apuntado que la cantidad de cable robado, 40 metros, "es una longitud despreciable si lo que se persigue es su venta" y que la sustracción "se produjo además en un punto de no fácil acceso, en un paso debajo de la autopista rodeado de cañas y al que hay que subir por un terraplén". "El que fue allí supuestamente a robar un material que prácticamente no tiene gran valor en el mercado negro", ha añadido, "lo hizo jugándose la vida" y "con unas dificultades verdaderamente extraordinarias de acceso".

"Todas las líneas de Rodalies se vieron afectadas", ha enfatizado el titular de Transportes, que ha señalado que más de 75.000 usuarios se vieron afectados "en una jornada que estaba marcada además por las elecciones en Cataluña". Unas afectaciones que "no acaban aquí" y que este lunes se prolongan "para cerca de 400.000 viajeros que utilizan cada día el servicio de Rodalies".

Puente no descarta que fuera un sabotaje

El ministro ha hecho estas declaraciones después de que la víspera fuentes de su departamento trasladaran ya a la agencia Efe que lo ocurrido podría haber sido "intencionado". En este sentido, durante su comparecencia de este lunes, Puente ha señalado que no descarta que haya sido un sabotaje, aunque tampoco ha querido afirmarlo. "Los Mossos sin entrar en los túneles, ya sabían que no era sabotaje. Nosotros no podemos descartarlo", ha asegurado.

Además, ha insistido en que "es difícil sostener que fue un robo de cobre" porque "tiene otra apariencia". El titular de Transportes ha hecho hincapié en que a pesar de que "los Mossos dicen que todo es responsabilidad de Adif", él considera que "la responsabilidad de Adif es secundaria en este sentido". "No lo digo yo, lo dice la ley. Si los Mossos no tienen responsabilidad, Renfe y Adif, menos", ha zanjado.