Todo empezó en un bar de Alsasua. Dos guardias civiles y sus parejas fueron agredidos la madrugada del 15 de octubre de 2016. La pelea se saldó con dos jóvenes detenidos por lesiones. Sin embargo, una denuncia en la Audiencia Nacional dio un vuelco al caso.
La Fiscalía acusó de terrorismo a ocho de los implicados, y la jueza Carmen Lamela ordenó su ingreso a prisión provisional. En el juicio se dieron versiones contradictorias, la de los agredidos y la de los jóvenes acusados. El Tribunal rechazó condenarlos por terrorismo.
"Tampoco podemos dar por probado en este caso que exista una vinculación real y verdadera de los procesados con la banda terrorista ETA", reza el auto. Pero impuso penas de dos a 13 años por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad, lesiones y amenazas con agravante por animadversión ideológica a la Guardia Civil.
Tres de los condenados cumplen 1.000 días en la cárcel a la espera de que el Supremo estudie en septiembre el recurso que presentó la defensa. La sentencia generó protestas en la calle y Ciudadanos acudió a Alsasua en plena campaña electoral.
Tuvieron que abrirse paso entre vecinos que los increpaban, y Eduardo Inda entrevistó a Casado en el mismo bar de la agresión. Ambos denunciaron que el propietario los encerró en el local.