El Tribunal Militar de Sevilla se hará cargo de la investigación por la muerte por ahogamiento de dos soldadosel pasado 21 de diciembre mientras realizaban una maniobras acuáticas en la base de Cerro Muriano (Córdoba), tras la inhibición del Juzgado de Instrucción Número 4 de Córdoba, sobre el que había recaído el caso.
Fuentes judiciales han explicado a EFE que el juez cordobés ha decidido la inhibición, solicitada por el juzgado militar el pasado 8 de enero, tras analizar las alegaciones presentadas por las partes personadas en el caso, tanto la Fiscalía como los familiares de los fallecidos, y al entender que el tribunal militar es el competente para su instrucción.
Con su decisión, el juez cordobés apoya la solicitud de la Fiscalía Provincial de Córdoba, a favor de la inhibición sobre el Tribunal Togado Militar 21 de Sevilla, aunque no tiene en cuenta la petición de los las familias de los fallecidos, proclives a una investigación de la justicia ordinaria.
Por otro lado, algunos de los soldados que participaron en el ejercicio mortal llevaban un lastre en su mochila, entre ellos el soldado fallecido Carlos León Rico, según confirmó ayer a EFE el abogado penalista Luis Romero, que representa a la familia de éste militar y que hoy tiene previsto dar más detalles sobre el caso. Además, la práctica se frustró unos minutos después de entrar en el agua los primeros efectivos por el accidente en el que fallecieron el soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, e incluso la segunda compañía no llegó ni siquiera a iniciar el ejercicio.
El soldado León y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar fallecieron en un ejercicio de entrenamiento durante la sexta semana de instrucción, denominado "cruce de paso de río", que comenzó a las 9.00 horas y que se realiza con equipamiento. La Unidad de Preparación Básica de la que formaban parte los fallecidos estaba integrada por 76 soldados, 72 hombres y cuatro mujeres, al mando de un capitán y de la que son parte dos tenientes como jefes de sección, cinco instructores, entre brigadas y sargentos, y diez auxiliares, cinco cabos y soldados con experiencia en la Brigada.
El capitán responsable del ejercicio fue retirado del mando de la unidad "de forma inmediata" y "sin perjuicio del resultado de la investigación judicial que se está llevando a cabo", según informó en su momento el Ejército de Tierra.