La Sala del Tribunal Supremo que juzga el 'procés' independentista ha permitido a los presos electos Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Josep Rull, Jordi Turull y Raül Romeva que puedan acudir a las Cortes Generales el próximo lunes, 20 de mayo, para cumplimentar los trámites necesarios para obtener sus actas de parlamentarios.
Respecto a la sesión de constitución de ambas cámaras, el día 21 de mayo, los presos podrán acudir al Pleno pero no se autorizan reuniones de trabajo y ni asistencia a ruedas de prensa, y siempre que se den unas condiciones que detallaba el Supremo en su auto del martes: "Deberán para ello ser debidamente custodiados y adoptarse por la Presidencia de ambas cámaras las decisiones oportunas para que, una vez en el interior del Salón de Plenos, pueda quedar garantizada su seguridad".
"Deberán ser debidamente custodiados (...) para que pueda quedar garantizada su seguridad", dice el Supremo.
El Tribunal accede a esta salida "extraordinaria" y añade que deberán "ser reintegrados, sin dilación, al centro penitenciario una vez la Presidencia de las Cámaras haya dado término a la sesión”, indica la resolución.
Habrá policías de paisano
Ante esta excepcionalidad, el Congreso de los Diputados ha estado trabajando en un dispositivo especial para garantizar la seguridad de los presos y evitar que su presencia en el Pleno perturbe el desarrollo de la sesión. Según ha podido saber laSexta, los diputados electos serán trasladados desde la cárcel de Soto del Real hasta el Congreso de los Diputados en un coche camuflado de la Guardia Civil.
En cuanto lleguen al Congreso, se les retirarán las esposas y en principio tendrán libertad de movimientos.
Una vez lleguen al Congreso, su custodia dependerá única y exclusivamente de la Policía de la Cámara. Allí les recibirán la Comisaría y el inspector jefe del Congreso, que serán los encargados de explicarles cómo se desarrollará su estancia durante las siguientes horas. Eso sí, en cuanto lleguen a la Cámara Baja se les retirarán las esposas, de tal forma que no les veremos esposados en ningún momento, para preservar su dignidad.
Una vez dentro del hemiciclo, no habrá policías uniformados. Allí, en principio, los diputados tendrán libertad de movimientos, aunque habrá agentes de paisano situados cerca de las puertas, llevando a cabo una vigilancia discreta.