El uso de la mascarilla es obligatorio en el transporte público, por eso la tensión se ha desatado en un vagón del Metro de Madrid cuando dos pasajeros han accedido a un vagón sin ella puesta.
A gritos, un viajero se les ha acercado para que se pusieran este elemento de protección, una petición que fue contestada con un "¡No me da la gana!".
La escena ha sido grabada por otro pasajero y en ella se puede oir a la pareja increpada decir que iban a llamar a la policía: "Ahora se van a bajar aquí, voy a llamar a la Policía yo, ¿Vale? Sois unos inconscientes", les responde visiblemente enfadado el hombre.
Alertas de incumplimientos
En esta ocasión la tensión ha ido en aumento, pero lo cierto es que son muchos los usuarios que alertan de incumplimientos en las medidas recomendadas para evitar la propagación del coronavirus ya sea porque van sin mascarilla, o con ella pero por debajo de la nariz o porque se sientan en asientos contiguos, algo que tampoco está permitido a excepción de para los convivientes.
Cuando se producen este tipo de situaciones, los encargados de la seguridad del suburbano tienen que actuar en dos pasos. "En un primer momento se le invita a que hagan uso inmediato de la mascarilla y en el que caso de que no quiera ya sí se comunica a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", explica el director de Seguridad de Metro de Madrid, Víctor Brocate.
Si esto ocurre en los autobuses, son los conductores los que deben recordar a los pasajeros la obligatoriedad, y asegurarse de que todos hacen uso de ella. De hecho, ellos también pueden ser sancionados si los pasajeros no cumplen con la orden ministerial, y es que sólo pueden ir sin mascarilla aquellas personas que tengan justificación para ello.