Feijóo pide apoyo a su ley de conciliación
UGT le reclama a Feijóo que no se oponga a la reducción de jornada laboral
"Es verdad que aún no puede firmar acuerdos, pero estaría bien un voto a favor o una abstención a la reducción de jornada de trabajo. No nos iría nada mal", señaló entre risas Camil Ros tras la intervención de Feijóo.
Feijóo participó hoy en el 44º Congreso Confederal de UGT en Barcelona y se convirtió en el primer presidente del PP que interviene en un cónclave de la organización de los trabajadores, una circunstancia a la que hizo alusión en su discurso. "Quizás alguno de los presentes se pregunte qué hace el presidente del Partido Popular en este congreso", arrancó el jefe de la oposición. "Para mí estar en un congreso de UGT no es jugar fuera de casa", respondió después ante el aplauso de los asistentes.
El líder del PP pronunció un discurso de unos 10 minutos con un tono conciliador antes de trasladar 10 reflexiones "muy rápidas" al sindicato. Entre ellas, pidió a UGT que le ayude a "desbloquear" su ley de conciliación, que está parada en la Mesa del Congreso, y renovó su "compromiso" con "el crecimiento de las pensiones".
Y, tras repasar su relación con el mundo sindical durante su carrera política, admitió que espera "firmar" acuerdos en el futuro con el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Fue entonces cuando el secretario general de UGT Cataluña, Camil Ros, le recogió el guante y le instó a allanar el camino para que se reduzca la jornada laboral.
"Es verdad que aún no puede firmar acuerdos, pero estaría bien un voto a favor o una abstención a la reducción de jornada de trabajo. No nos iría nada mal", señaló entre risas tras la intervención de Feijóo, quien se sentó junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
Fiscalidad, vivienda y pensiones
A lo largo de su discurso, que fue recibido con aparente satisfacción por el plenario, Feijóo no hizo ninguna referencia a la reducción de la jornada laboral, aunque sí defendió los bancos de horas y las jornadas flexibles. En paralelo, avisó de que "el triunfalismo económico es un error que pagaremos todos" porque "infravalorar los datos de pobreza", del paro y de la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores "significa abandonar a los que más lo necesitan".
Cargó contra la política fiscal actual del Gobierno, que "no redunda en beneficio del bienestar, sobre todo, de las clases medias y de las clases más modestas", e ilustró esta opinión con la negativa del Ministerio de Hacienda a deflactar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además, censuró que el Estado siga "hipotecando a las generaciones futuras" con la emisión de deuda pública, así como "la inseguridad jurídica" provocada en los seis últimos años, en los que destacó que solo se han aprobado tres veces los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Hizo alusión a las dificultades para acceder a la vivienda y lamentó que "la mayor parte de los jóvenes perciben el riesgo real de vivir peor que sus padres" porque "viven en una tormenta perfecta de paro, precariedad y precios altos".
Ratificó su "compromiso" a que la cuantía de las pensiones siga al alza, a la vez que defendió la sanidad pública, "una de las mayores conquistas de la sociedad", frente a las "decisiones arbitrarias" del Gobierno que comprometen "la viabilidad del Sistema Nacional de Salud".
Contra la polarización
Y pidió el apoyo de UGT para "desbloquear" su ley de conciliación porque los trabajadores "necesitan ampliar a 20 semanas los permisos de maternidad y paternidad", y requieren de "escuelas infantiles gratuitas en toda España y una mayor flexibilidad laboral para cuidar a los hijos".
En el plano político, reiteró que España necesita que "las mayorías vuelvan a tomar las grandes decisiones en nuestro país" tras "mucho tiempo en manos de las minorías". En paralelo, apostó por el diálogo social y mostró su negativa "a contribuir al enfrentamiento" entre patronal y sindicatos.
"La pretendida polarización de la sociedad no debe llegar tan lejos, pido a los agentes económicos que sigan en las mesas de diálogo social", señaló antes de defender que su "única ambición es defender los intereses generales” y “acertar en las decisiones" que pueda adoptar.
"Necesitamos políticas de Estado y estar a la altura de nuestra gente, los gobiernos están para servir y no para de servirse", añadió en lo que fue un ataque al Ejecutivo de Pedro Sánchez ante las últimas informaciones sobre el 'caso Koldo'.
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