Jueces y fiscales están en huelga porque trabajan, dicen, en una Justicia con falta de medios personales y materiales. "Cuatro magistrados trabajan en una habitación de no más de 10 metros cuadrados", asegura José Pérez Gómez, juez de Sevilla y portavoz del Comité de AJFV.
"Hay sedes judiciales que, literalmente, se caen, que tienen grietas, goteras y plagas de insectos", señala Manuel Ruíz de Lara, magistrado de Barcelona.
La falta de personal hace que los juzgados se saturen y se ralenticen. Es el caso, por ejemplo, de los procesos por las cláusulas suelo. "Hay gente que tiene una hipoteca en la que le pueden devolver lo que haya pagado indebidamente por las cláusulas suelo, pero tiene que esperar dos años para recibir el dinero", añade Ruíz de Lara.
Señala, además, que una Justicia tardía, aunque acabe dando la razón, nunca será Justicia. Una carga de trabajo que pagan ellos a costa de "hacer horas extra y trabajar sábados y domingos". Por todo ello otra de sus reivindicaciones es una mejora salarial. "Un juez español percibe el mismo sueldo que un juez rumano y la mitad que un juez italianO", asegura Pérez Gómez.
Alertan de una una crisis de imagen por una falta de independencia. "Hace falta una independencia que existe en la base, pero no en los órganos superiores", indica Ana Zulueta, magistrada de Vitoria. Y apuntan al acuerdo entre PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Este paro llega después de negociar con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que se sumó a la movilización de mayo.
"Puede causar estupor haberla visto en unas imágenes a la puerta de los juzgados haciendo reivindicaciones. Estamos defraudados", ASEGURA el magistrado de Valencia Miguel Ángel Castañ. Y esperan gestos, sobre todo el casi 61% de los jueces y el 39% de fiscales que, según los organizadores, han secundado la huelga.