Desolados, Benjamín Gándara y su familia miran con incredulidad lo que queda del piso en el que han vivido 42 años. "Mi mujer fue la última en salir con un bombero y a los 30 segundos empezó a caer todo. Mentalmente estamos muy jodidos", ha lamentado.
Los vecinos denuncian haber presentado hasta tres escritos de queja ante el Ayuntamiento. Llevaban más de un mes con grietas, desde que el local del bajo empezó a hacer obras. Una vecina trató de explicar que el edificio se vino abajo porque las obras del bar de abajo quizá tocaron alguna viga maestra.
Desde el Ayuntamiento se defienden. Dicen que exigieron todos los permisos de obra, aunque ahora investigan si se tocaron elementos estructurales del bloque. "Parece que se ha producido un vaciado de parte del solar original y parece que eso también puede ser una causa que pudiera haber afectado a elementos estructurales", ha explicado el concejal de Urbanismo, César Díaz.
Por suerte, los bomberos desalojaron el inmueble horas antes del derrumbe. En total hay 26 vecinos afectados. Técnicos del Ayuntamiento evalúan ahora si hubiera que tirar el edificio completo