El juez devuelve a una plaza de Córdoba el nombre que tenía hasta el año pasado. Considera que el cambio de nombre que registró el año pasado no se ajusta a la Ley de Memoria Histórica puesto que se trata de una plaza bautizada en 1986, ya en democracia, y que Antonio Cañero -el hombre que da nombre al lugar- fue también rejoneador pese a haber participado en matanzas contra civiles.
La plaza fue renombrada en febrero de 2018 para pasar a llamarse Plaza de los Derechos Humanos. Y ahora volverá a su nombre anterior: Plaza de Cañero. Así lo ha ordenado el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Córdoba, que argumenta que el bautizo de la plaza se produjo en 1986, cuando en España ya se vivía bajo un régimen democrático y en la ciudad gobernaba el Partido Comunista.
La Justicia también niega que el hecho de dedicar esa plaza a Antonio Cañero fuera dirigido a enaltecer la dictadura franquista. Asegura que fue iniciativa de los vecinos como reconocimiento a su solidaridad como concejal de la localidad. "Cañero donó terrenos para hacer viviendas a gente pobre y humilde", asegura un vecino de la zona.
Pero además de ser un famoso rejoneador, a Cañero se le conoce también por su supuesta participación en persecuciones a republicanos. "Fue inconstetablemente un golpista de primera línea, un dirigente del escuadrón Cañero", apunta Luis Narajo, presidente del Foro por la Memoria Democrática de Córdoba. A su vez, desde la Asociación Campera y de Rejoneo 'Antonio Cañero' niegan esos hechos.