Los Mossos d'Esquadra reconocen errores en su actuación en la aparición -y posterior huida- de Carles Puigdemont. Lo hacen en el informe que han enviado al juez Llarena para explicar cómo es posible que no atraparan al expresident de Cataluña. Lo primero que admiten es que "todos los intentos para conocer los verdaderos planes de Puigdemont resultaron operaciones infructuosas".
Trabajaron con varios escenarios, pero en ninguno contemplaban lo que finalmente ocurrió el 8 de agosto: que el líder de Junts volviera a Cataluña sin pasar por el Parlament. Un dispositivo de 600 agentes, drones y hasta un helicóptero, pero solo un único mosso, uno solo, fue testigo de cómo huyó Puigdemont.
La primera imagen que tenemos de él ese día es a las 8:56 horas, cuando aparecía rodeado de una multitud de simpatizantes y dirigentes de su partido como Josep Rull y Jordi Turull. Después, se subió al escenario y dio un brevísimo discurso. En las inmediaciones de ese escenario, lo que llamó la atención de ese mosso, según el informe en cuestión, son las dos carpas granates que estaban al lado del escenario.
Nada más acabar su discurso, Puigdemont se metió en una de ellas, rodeado por una barrera humana de personas con unos sombreros de paja. A los pocos minutos, el agente le vio salir junto a Turull, los dos con una gorra oscura, para subirse a un coche blanco. Lo hicieron por un hueco abierto por unos simpatizantes solo unos instantes antes.
Es en ese momento cuando el mosso intenta ponerse en contacto con sus compañeros a través de la radio, pero el canal estaba ocupado. Decide perseguir el coche a la carrera, pero acaba perdiéndole el rastro justo en este punto: en la calle Ramón Trías Farga con Passeig de la Circunvalació.
El mosso consiguió contactar por teléfono con su superior, pero el resto del dispositivo era ajeno a la huida. Todos tenían el foco puesto en la comitiva de políticos y ciudadanos que se dirigían hacia el Parlament. En el propio informe policial se recogen comunicaciones en las que dan por sentado que Puigdemont se encontraba entre el gentío.
Un dispositivo de drones que falló
El dispositivo de los Mossos d'Esquadra también contaba con varios drones, sin embargo también fallaron. Uno de ellos captó los segundos previos a que Puigdemont consiguiera huir. A las 9:09 uno de los drones registra el coche blanco justo al lado de un valla, pero luego enfoca a otra zona.
Vuelve a ese mismo lugar a las 9:10, pero ya no hay rastro del coche. Es en ese preciso momento cuando el expresident de la Generalitat se esfuma. A pesar de ello, el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra aseguraba, al día siguiente, que los drones habían funcionado correctamente.
Un informe muy relevador que ha dejado en entredicho al cuerpo autonómico, donde ellos mismos reconocen fallos graves. Este jueves, la recién nombrada consellera de Interior, Nuria Parlon, salía en defensa de los Mossos d'Esquadra: "Evidentemente en un dispositivo alguna vez puede haber un error, se deberá de valorar, se deberá reflexionar y se deberá de mejorar pero lo importante es que ustedes mantengan su vocación de servicio público".