El lehendakari Íñigo Urkullu confirma las tareas de mediación que ejerció en los meses anteriores a la declaración de independencia realizada por Puigdemont.
Según confirma, estuvo en contacto con Mariano Rajoy y Carles Puigdemont y había un acuerdo encima de la mesa por el que el expresident iba a convocar elecciones a cambio de que el Gobierno no aplicara el 155. Sin embargo, explica que ese acuerdo se vino abajo el 27 de octubre por la presión que estaba sufriendo Puigdemont en la plaza de Sant Jaume y en su propio partido.
Urkullu dice que se reunió con Rajoy para tratar la crisis catalana después de que Puigdemont le pidiera que mediara para "encauzar unas relaciones bloqueadas" entre Gobierno y Generalitat. "Es a partir del 4 de octubre cuando a mi se me solicita, de la misma manera que se me había solicitado por parte del expresident Puigdemont, se me solicita que intervenga; y lo hacen muchas personas", aclaró en su declaración.
También ha explicado que su intermediación comenzó el 19 de junio de 2017 tras mantener un encuentro de cuatro horas con Puigdemonten el Palau de la Generalitat, quien le manifestó "la situación del bloqueo absoluto" entre el Govern y el Gobierno central y le solicitó que interviniera para intentar "encauzar una solución pactada".
"Le dije que las cosas no debían seguir de la manera que se estaban conduciendo, hice la observación de que todo se estaba yendo de las manos y entendía que habían que medir mucho los pasos en orden a no provocar una fractura social", ha señalado.
Un día antes, Rajoy, que también compareció como testigo, aseguró que durante el 'procés' no hubo "ningún mediador de nada". Reconoció que muchas personas, entre ellas el presidente del Gobierno vasco, "quisieron hablar y hablaron" con él, pero hizo hincapié en que les dejó a todos "absolutamente claro" que no pensaba negociar sobre la soberanía nacional.