El candidato a la alcaldía de Barcelona Manuel Valls ha remitido una carta a varias autoridades europeas para denunciar la "versión sesgada y falsa" de la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, sobre el conflicto catalán, y expresar su preocupación por el "uso espurio" que hacen los independentistas del juicio del 1-O.
Según informa la candidatura del exprimer ministro francés en un comunicado, Valls ha enviado una misiva dirigida al presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusky al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, para contrarrestar la "versión sesgada y falsa" que manifestó Colau en la carta que envió a las autoridades europeas el pasado 9 de febrero.
En la carta, el candidato independiente, avalado por Ciudadanos, considera que Colau se ha sumado a la campaña de propaganda emprendida por el "separatismo para desacreditar a la democracia española" con el objetivo de "allanar y preparar sus pactos con los secesionistas" para mantenerse en la alcaldía. Según Valls, con esta "irresponsable acción" la alcaldesa está convirtiendo la ciudad de Barcelona en una "palanca" del anticonstitucionalismo y del antieuropeísmo.
Además de las críticas a la alcaldesa, Valls expresa en la carta su "preocupación acerca del uso espurio que el nacionalismo y el populismo catalán pretenden hacer" del juicio a los líderes independentistas procesados por el 1-O, que comienza mañana en el Tribunal Supremo. Ante el posicionamiento de los independentistas y de Colau, el candidato a las elecciones municipales del 26 de mayo expone su visión sobre la situación de Cataluña y sobre el juicio del procés para "arrojar luz", y defiende que España es una "democracia plena".
Valls esgrime que los delitos que se imputan a los líderes soberanistas "revisten una enorme gravedad", puesto que han pretendido "imponer su voluntad arbitraria" conculcando el ordenamiento jurídico, proclamaron de "manera ilegal" y en contra de más de la mitad de los catalanes la república y "han fracturado" la sociedad, entre otras consecuencias.
Añade que los dirigentes independentistas "han promocionado una política de identidad catalanista con actitudes y criterios políticos que se deslizan a veces hacia el racismo" y han hecho "peligrosos llamamientos a sus votantes que han derivado en graves problemas de orden público".