Mario Vargas Llosa ha arrancado los aplausos de los asistentes a la convención nacional del PP, a la que el Premio Nobel, que no esconde sus simpatías por Ciudadanos, ha sido invitado para hablar de las sociedades abiertas y sus enemigos.
"Muy bien señor Torra, usted por lo menos dice la verdad y su verdad es que los españoles somos perros rabiosos", ha insistido Vargas Llosa preguntándose qué pensará de los latinoamericanos y, seguramente, ha dicho, desde esa perspectiva del presidente catalán ni siquiera serán perros sino "microbios, microbios malsanos".
Ese es "el verdadero nacionalismo", ha recalcado, y algo anda mal en la sociedad actual cuando es eso lo que está resucitando: "una de las peores especies que ha existido a lo largo de la humanidad". Y precisamente, cree el escritor, "el gran peligro para esa España modera y próspera" es el nacionalismo, que ha instado a combatir sin complejos, dando "la batalla de las ideas y la batalla electoral" y a llamarlo como lo que es, "un enemigo de la democracia y de la libertad".
Vargas Llosa, que vivió cinco años en Barcelona, ha lamentado que esa ciudad a la que los españoles viajaban para sentirse europeos cuando España aún no lo era haya desaparecido y los soberanistas la hayan convertido "en una ciudad provinciana que se mira el ombligo ya que el nacionalismo le impide ver mas allá de sus narices".
"A esa Barcelona tenemos la obligación de salvarla, rescatarla y devolverle esa hegemonía cultural que ejerció durante muchos años", ha agregado el Premio Nobel, que respalda la candidatura de Manuel Valls, apoyada por Cs, para el Ayuntamiento de la capital catalana. Mario Vargas Llosa, que se ha despedido citando al poeta peruano César Vallejo: "Hay hermanos muchísimo que hacer", ha felicitado al presidente popular, Pablo Casado, por "el empeño y el brío" con los que ha asumido la dirección del PP, al que ve como "uno de los pilares de la democratización de España".