Hace casi 30 años, entonces como príncipe, Felipe VI asistía a la primera toma de posesión de un mandatario en América Latina. Como heredero fue invitado a otras 68 investiduras y ya como rey, ha estado en otras 17. Tres décadas casi de visitas oficiales a los países de habla hispana en América fortaleciendo los lazos de España con estados como Colombia, donde ya estuvo en 1998 o en Ecuador también en ese mismo año.
Los ha visitado todos, entre los más recientes Argentina, donde Felipe VI ha estado en la toma de posesión de Javier Milei. No ha dejado de acudir ni siquiera aunque le acuciara la afonía.
Anécdotas de sus más de 80 tomas de posesión de presidentes en países como Uruguay, Perú o Bolivia. De hecho, son pocas en las que no ha estado y debido a que España decidió no enviar representación, como a la de Nicolás Maduro, o la de Bukele.
Pero México tiene un lugar destacado para Felipe VI: hasta en cuatro ocasiones ha estado presente en representación oficial de España cuando el país azteca ha cambiado de jefe de Estado. Tanto como príncipe como ya de monarca. De hecho, fue su primera toma de posesión a la que acudió como rey.
López Obrador destacó entonces lo unidos que estaban ambos países. "Los lazos culturales e históricos que unen a ambos países con la presencia de Felipe VI", aseguró en su toma de posesión. Ahora, tras el veto de México al rey en la toma de posesión de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, esta unión entre España y Ciudad de México no se va a escenificar. Una situación sin precedentes en la relación entre España y América Latina.