El presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama, es la figura que conectó a Koldo García y a la Administración con el empresario Juan Carlos Cueto, el presunto 'cerebro' de la empresa investigada por el caso de las mascarillas durante el COVID. El llamado el "comisionista", según el juez, llegó a llevarse casi 7 millones de euros.
Y no se habría cortado un pelo a la hora de gastarlos: coches de lujo, o pisos en pleno Paseo de la Castellana en Madrid, o un chalet en la urbanización La Moraleja. Según el sumario al que ha tenido acceso laSexta, se le acusaría de un "delito contra la Hacienda Pública" por no presentar la declaración en 2019 y 2020. Justo cuando se cerraron los contratos de mascarillas.
El auto le acusa de montar un entramado para evitar responder con estos bienes a Hacienda. De hecho, señala que llegó a crear hasta siete empresas en Portugal para esconder todos estos pisos y coches.
La creación de siete sociedades en Portugal en apenas seis meses ha llevado al juez del caso Koldo a pensar que Víctor de Aldama habría intentado sacar de España los cuantiosos beneficios que obtuvo (6,7 millones de euros) de los contratos investigados.
Los detalles de la investigación conocidos hasta el momento sitúan a este empresario como una de las figuras clave en la supuesta trama de comisiones en la adjudicación de diversos contratos públicos de material sanitario en la pandemia que investiga la Audiencia Nacional y que ha implicado a un exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos.
Los investigadores sospechan que Aldama ejerció un papel de "comisionista", que tenía un "pase especial" en el Ministerio de Transportes y sabía de antemano los procesos de adjudicación que iban a salir, y han acumulado indicios de su relación con el propio Ábalos.
En uno de sus autos, el juez deja constancia de los movimientos que habría realizado Aldama para ocultar su patrimonio, y subraya su intento de "despatrimonialización de sus bienes" en España para evitar responder con ellos por los "incumplimientos tributarios" que podrían generar las ganancias obtenidas en los contratos.
Los 6,7 millones de euros que presuntamente ganó por medio de dos sociedades podrían generar cuotas defraudadas a Hacienda e incluso se podría dar un posible delito contra el fisco, según el juez, que recuerda que tanto la empresa clave de la trama, Soluciones de Gestión, como el propio Aldama tienen una inspección tributaria abierta. En ese intento de llevarse el dinero fuera de España, Aldama y sus socios habrían constituido, según relata el juez, "un entramado de siete sociedades portuguesas" entre el 31 de agosto de 2022 y el 2 de marzo de 2023 que se dedicarían a "actividades de apoyo a empresas".
El juez sospecha que este movimiento iría dirigido a poner a nombre de dichas sociedades los bienes del presidente del Zamora CF. Entre las propiedades que cita el juez y que Aldama habría tratado de ocultar a través de terceras personas figuran varias viviendas en Madrid, una de ellas en la lujosa urbanización de La Moraleja, y varios vehículos, como un Land Rover Range Rover, un Audi A8 y un Ferrari F12.
Algunos de estos bienes estarían a nombre de diferentes sociedades, si bien la Guardia Civil sospecha que en realidad quienes las controlaba era el propio Aldama. El juez preguntó hace dos días a la Fiscalía si bloqueaba otro Ferrari modelo Portofino que estaría arrendado a una sociedad de Aldama.
El patrimonio de la familia de Koldo
El juez también investiga el exagerado incremento patrimonial de la familia de Koldo García. Entre 2020 y 2022 llegaron a comprarse hasta siete vehículos. Además, la familia adquirió hasta cinco propiedades en Alicante en dos años: llegaron a tener cuatro pisos en Benidorm, uno incluso a nombre de la hija de Koldo y Patricia, que era menor de edad, y otro para la madre. A ellos se les suman dos fincas más en Polop (Alicante), y todo por un valor de millón y medio de euros.