Ignacio López de Hierro deja claro de parte de quién llama, de la "parienta" (Copedal) y se refiere a la investigación del caso Gürtel, de la que forma parte Villarejo: ya se sabía que el caso no solo afecta a alcaldes y que ha llegado a Génova de la mano de un entonces desconocido senador y tesorero Luis Bárcenas.
Villarejo alerta al esposo de Cospedal y es que el día antes Bárcenas había tenido un altercado en un restaurante con los investigadores del caso: "Además me preocupó. Me dio la impresión de como si hubiera farlopeado o algo así, porque iba muy excitado".
Y le recomienda que Cospedal le diga a Rajoy le tranquilice: "Dale un toque a este, al barbas (Rajoy), que le tranquilice porque fíjate que espectáculo".
En la grabación, Villarejo asegura que Bárcenas ha admitido en el restaurante que él era "LB", pero el empresario está convencido de que detrás de todo está el entonces ministro del Interior Rubalcaba y le aconseja que desde el PP rebajen el tono de las críticas a la Policía, y se refiere en especial a Trillo. Recomendaciones e información a lo largo de cinco meses de llamadas.
Durante mesesLópez del Hierro iba siendo informado de cómo iban las investigaciones en la trama valenciana de la Gürtel y es que Villarejo le llegó a dar instrucciones para que el sobrino de Cotino destruyera pruebas antes de que realizaran un registro, algo gravísimo.
En varias conversaciones se puede escuchar a Villarejoexplicándole a López del Hierro, marido de Cospedal, que se estaba investigando a Joquín Ripoll, por entonces presidente de la Diputación de Alicante. Además, el excomisario le recomendaba informar a su mujer porque era bueno que ella tuviera "una visión global de lo que está pasando".