Entre vítores y aplausos. Así ha sido aclamado el rey Felipe VI a la salida de su primer acto oficial tras reencontrase la víspera con su padre, Juan Carlos I, en el Palacio de la Zarzuela.

El monarca se ha desplazado a Galicia para inaugurar la Cidade da Xustiza de Vigo, ciudad donde precisamente aterrizó el emérito el pasado jueves para su primera visita a España en casi dos años.

Aunque no ha respondido a las preguntas de la prensa sobre el encuentro mantenido este lunes con su padre, el actual jefe del Estado ha estrechado la mano a las numerosas personas congregadas allí para saludarle, que le han dedicado aplausos y gritos de "viva el rey" y "viva España".

Tan solo unas horas antes, Felipe VI y Juan Carlos I se veían por primera vez en Zarzuela desde que el rey emérito se marchara a Abu Dabi hace casi dos años entre escándalos por sus negocios irregulares en el extranjero.

Un encuentro que transcurrió en la más estricta intimidad, sin que trascendieran imágenes de padre e hijo juntos y en el que ambos mantuvieron "un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española", según señaló posteriormente la Casa Real en un comunicado en el que, además, abría la puerta a que el emérito volviera a residir en España.

Tras la reunión familiar, en la que, además de los reyes y la infanta Sofía estuvieron presentes la infanta Elena y sus hijos, la hermana del emérito con su esposo y la reina Sofía -que no pudo compartir el almuerzo tras dar positivo en COVID-19 tras regresar de Miami-, Juan Carlos I regresó a Emiratos Árabes.

La reunión era recibida, además, con cierto malestar por parte de la Casa Real por la falta de discreción con la que se desarrolló la visita de Juan Carlos I a Sanxenxo, donde el emérito pasó el fin de semana asistiendo a las regatas y se dejó ver públicamente de forma reiterada entre una gran expectación mediática.