A estas horas todo está en el aire. Ahora mismo el Gobierno no sabe si podrá sacar adelante su decreto para paliar las consecuencias de la guerra, entre ellas las ayudas para llenar el depósito del coche. Hoy en el Congreso sus socios de legislatura han insistido en que no piensan votar a favor. Piden más explicaciones sobre la polémica del espionaje.
Y ante esta polémica, el presidente del Gobierno ha pedido el apoyo explícito de los populares, pero estos no concretan cuál será el sentido de su voto y avisan: no solo pueden abstenerse, también podrían votar 'no'. Y es que a cambio facilitar este plan de choque, el PP pide varias cosas. La primera, que se tramite como Proyecto de Ley, y segunda, que incluya cuatro de las propuestas de Feijóo: una rebaja de impuestos a las rentas medias y bajas, una bajada en el IVA para el gas y la electricidad de acuerdo con las normas comunitarias, una gestión eficiente de los Fondos Europeos y una reducción en el gasto burocrático y político del actual Gobierno.
La respuesta del Ministerio de Hacienda que dirige Montero no se ha hecho esperar. En un texto cargado de reproches, explican que es una propuesta que "requiere de un análisis profundo". "Es necesario estudiar, entre otras cuestiones, el impacto económico y presupuestario [...] que no viene reflejado en el mismo", detalla Montero en la misiva dirigida a Bravo. Dando a entender que incluir en el decreto del Gobierno las medidas que el partido exige para apoyarlo no es algo viable, la ministra insiste en un "pacto entre las dos formaciones políticas" sobre "elementos nucleares" para lograr acuerdos que favorezcan a la ciudadanía y al país.
Por otra parte, fuentes gubernamentales a laSexta confirman que finalmente "se tramitará como Proyecto de Ley en el Congreso para permitir las aportaciones de los grupos parlamentarios", un anuncio que se produce a horas de la votación con el objetivo de poder sacar adelante el proyecto. No obstante, estas mismas fuentes aclaran que esta decisión no hay que interpretarla como una respuesta a la carta del PP, sino que la toman porque los grupos con los que ha hablado Bolaños durante el día así lo han solicitado. De hecho, destacan que este hecho no garantiza el apoyo del PP porque desde el Ejecutivo desconocen qué van a hacer los populares.
El intercambio de cartas entre el Gobierno y el PP se produce después de que esta misma mañana, en la sesión de control, el presidente Pedro Sánchez se refiriera por primera vez a la crisis del presunto espionaje a políticos independistas, haciendo equilibrios para defender la legalidad de lo que hace el CNI y a la vez tender la mano a los grupos independentistas.
"Todo lo que se ha hecho por parte del CNI es ateniéndose, escrupulosa y rigurosamente, a la ley, y hemos demostrado nuestra absoluta disponibilidad para colaborar con la Justicia desclasificando los papeles si así se requiere", subrayaba Sánchez en respuesta al portavoz de ERC.
Rufián aseguraba que "por supuesto que el Estado ha espiado, espía y espiará de forma alegal", algo que insistía, han comentado cargos de Interior de gobiernos socialistas y del PP en tres comisiones de investigación a lo largo de los años. "La pregunta no es si se ha espiado si se espía o se espiará, sino si esta vez ustedes lo ordenaron. Si lo ordenaron -ha apostillado- es terriblemente grave, pero si no lo ordenaron es aún más terriblemente grave porque significa que ustedes no han limpiado sus cloacas". Para el portavoz de ERC, "cuando no se limpian las cloacas se llenan de ratas, y las ratas se lo comen todo".
Ha añadido tener la "sospecha" de que al PSOE puede no gustarle Esquerra, Bildu, Compromís, Más País, el PdCat e, incluso, Unidas Podemos, y ha considerado que no pasa nada por ello pero que deben decirlo. "Tienen una alternativa, el PP, que es de centro, de centro penitenciario, Feijóo... ahora bien, sus votantes lo tienen que saber", ha señalado antes de asegurar que la apuesta de ERC por el diálogo y por la negociación es "granítica" porque se trata de "la ideología de los normales y de los más frente a los menos". Pero tras esa apuesta por el diálogo es cuando ha advertido a Sánchez: "Pero de momento, pídale el teléfono al señor Casero". En referencia al diputado del PP que, por error, votó a favor de la reforma laboral y permitió que saliera adelante.
El intento de Sánchez de buscar un equilibrio saltaba por los aires con las palabras de la titular de Defensa Margarita Robles. "¿Qué es lo que tiene que hacer un Estado cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia, cuando alguien corta las vías públicas...?", preguntaba Robles. Unas palabras que desde el independentismo han interpretado como una admisión y justificación del presunto espionaje y tras las que Aragonés ha pedido su dimisión.
Así las cosas, parece difícil que en sólo un día Esquerra cambie su voto y apoye ese real decreto. Si finalmente ERC dice 'no', todas las miradas se dirigen a la posible abstención del PP. Además, si el sentido del voto de ERC es en negativo, también podría sumarse al 'no' Bildu.