No sabemos qué tiene Vox que llena los mítines cada día y deja, prácticamente cada tarde, a cientos de personas sin poder entrar por el aforo.
Largas colas se formaron en Oviedo, Burgos, y también en Valladolid. Los que se quedaron sin poder sentarse en la butaca tuvieron la oportunidad de escuchar el discurso de Santiago Abascal con altavoces que la organización colocó en el exterior.
Previamente, el líder de Vox salió, siempre con su megáfono, y dedicó unas palabras a los 'desafortunados' que no previeron llegar antes para poder entrar.