Tras hablar la abogada del Estado, ha llegado el turno de Vox en el juicio del procés. Se esperaba una intervención muy política que parecía confirmarse en el arranque del abogado de la formación, Pedro Fernández, que hacía hincapié en que "uno de los acusados luce un adorno que representa un lazo amarillo".
Se refería al pin que luce en la solapa Jordi Sánchez y Vox ha pedido al tribunal que le impidiese usarlo en la sala al considerar que "este tipo de símbolos deben sustraerse de lo que es la actuación en una sala".
Una petición que ha rechazado el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, interpretando que "es un símbolo ideológico y que por tanto no va a poner ningún obstáculo contra su uso".
A partir de ahí, la intervención del abogado de Vox ha sido puramente técnica, limitándose a citar jurisprudencia opuesta a las cuestiones previas presentadas por las defensas.
Incluso ha citado una resolución de Naciones Unidas de 1960 diciendo que "todo intento de romper la integridad de un país es contrario al espíritu de las Naciones Unidas".
Un turno de solo 15 minutos en el que Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, no ha hecho uso de la palabra.