El exilio iraní no financió sólo la campaña electoral europea de Vox de 2014, sino que costeó también el día a día de este partido desde su creación hasta la llegada de esos comicios, de acuerdo con la información que publica este lunes el periódico 'El País'.
Gastos como la fianza y el alquiler de la céntrica sede de la formación en la calle Diego de León de Madrid, los salarios de la plantilla, el sueldo del líder, Santiago Abascal, que en 2014 ocupaba el cargo de secretario general, muebles y ordenadores corrieron a cargo del caudal económico extranjero, según el diario.
"El CNRI, un grupo que tuvo un brazo armado que figuró hasta 2012 en la lista de organizaciones terroristas de EEUU, apoyó a la formación desde su génesis", añade el periódico.