El cambio en Andalucía nace condicionado por los pactos. "Hace falta buscar una alianza constante en el parlamento", asegura el profesor de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla José Manuel Trujillo. Por su parte, el politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid Lluís Orriols señala que "la mayoría parlamentaria es tripartita".
Oficialmente, el nuevo gobierno tendrá dos cabezas: PP y Ciudadanos. Pero, en la práctica, un tercero -Vox- intentará influir en la acción del ejecutivo.
Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, ha destacado que "si la iniciativa es buena para Andalucía y España" la van a apoyar y viceversa. Se sabe partido bisagra, con capacidad para agitar en cualquier momento el fantasma de la repetición de elecciones.
"Vox tiene una capacidad de generar crisis de gobierno. Lo que nos tenemos que preguntar es cuán de creíble es esa amenaza. El hecho de que sólo tenga la alternativa de pactar con el PP o nuevas elecciones, le debilita", explica Orriols.
De momento, Ciudadanos sólo da vigencia a su pacto con el PP y se resiste a negociar con el partido de Abascal. El hipotético apoyo a las medidas de Vox podría suponerle un coste político.
"Los primeros meses, Cs intentará aprobar medidas que no condicionen la foto con Vox", subraya Trujillo. Orriols añade que "Cs tiene una salida porque su posición es pivotal porque puede pactar con PP o PSOE".
Pactos y coaliciones con las elecciones municipales y autonómicas de mayo en el horizonte.
En ARV, Fernando Álvarez-Ossorio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, ha declarado que "va a hacer que el Parlamento andaluz se convierta en una caja de resonancia para futuros compromisos electorales. El tercero en discordia va a hacer todo lo posible para amplificar su Vox, nunca mejor dicho, más allá de Despeñaperros".
PP, Ciudadanos y Vox votarán juntos en el pleno de investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía.