Plaza de la Encarnación, en Sevilla, el pasado lunes por la tarde. Unas 2.000 personas, jóvenes en su inmensa mayoría, dan la bienvenida a Vox al Parlamento de Andalucía con consignas antifascistas y feministas.
Además, cantan el himno andaluz y recitan su visión de lo que representa Vox. A la misma hora, miles de personas marchan en Málaga y Granada. También ellos quieren ofrecer un sentido recibimiento al partido de extrema derecha.
Critican con sus cánticos las posiciones de Vox en temas sociales y tras la marcha, un grupo decide acampar en la plaza del ayuntamiento. Este martes siguen allí. "El fascismo es una realidad que está muy presente en España y creemos que nosotros, que somos gente joven, debemos combatirlo", señala Adra Castilla, una de las acampadas.
Pablo Iglesias apoya esas movilizaciones antifascistas y asegura estar "muy orgulloso de los jóvenes antifascistas porque no queremos que vuelva lo que tuvieron que aguantar nuestros padres y abuelos en una dictadura vuelva", considera el líder de Podemos.
Desde Vox las condenan y hablan de linchamiento de la extrema izquierda y señalan a la formación morada como responsable de ellas: "Es intolerable lo que está ocurriendo. Es una llamada a la amenaza y al linchamiento".