Que el Partido Popular no haya facilitadola entrada de Vox en la Mesa del Congreso de los Diputados ha molestado, y mucho, a los de Santiago Abascal. Un día después de lo que en Vox tildan de toda una "sorpresa", aseguran, trabajan "para ofrecer" sus votos a una investidura de Alberto Núñez Feijóo y dicen que "ante este desprecio" seguirán con la mano tendida.
"Vox ha evidenciado que está dispuesto a seguir el camino de la generosidad ofreciendo votos a Feijóo. Teníamos la mano tendida y vimos cómo no quiso facilitar un puesto en la Mesa. No puede obtener votos a cambio de ofensas", ha dicho Ignacio Garriga en una entrevista en 'Telecinco'.
Más duras han sido las palabras de Vicente Barrera, el extorero a cargo de la vicepresidencia de Valencia, que acusa a los 'populares' de "escupir en la cara" a los de Vox. Así lo había denunciado en un tuit que posteriormente ha borrado y en el que se podía leer: "Que vergüenza Feijó, escupes en la cara de quién es generoso, te tiende la mano y colabora contigo. Ni los votantes del PP entienden al PP de Feijó (sic)".
De manera similar se ha pronunciado la síndica de Vox en Les Corts Valencianes, Ana Vega, ha aseverado que "el PP ha descarrilado". "Deja fuera de la Mesa del Congreso al tercer partido más votado y su 'Jefe' se va a consolar a la que suelta violadores a la calle... (sic) 'Aplaudan, focas... aplaudan'", ha señalado en su mensaje, acompañado de una fotografía en la que Feijóo apoya su mano en el hombro de la ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.
Además, ha compartido una imagen con el lema 'No vamos a volver a votar al PP. Asúmelo', a la que adjunta una publicación del vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, sobre que la formación no puede "permanecer callada ante el engaño" del PP.
Pero la línea que intentan mantener hoy desde la dirección del partido de extrema derecha, después del evidente varapalo, es la de recomponerse y tratar de hacer ver que una investidura de Feijóo es posible. Para ello, piden, en primer lugar, "explicaciones". "¿Prefieren el camino de Murcia o el camino de Azcón, en Baleares? Es urgente evidenciarlo", dice Garriga.
Reclaman al PP que "vuelva a la senda del patriotismo" y afirman que harán todo lo posible para evitar un Gobierno progresista, aunque evidencian que la situación de ayer "allanó el camino a Sánchez".
"Haremos lo que esté en nuestra mano para evitarlo. Si eso es lo que hay que hacer, apoyar a Feijóo, lo haremos", ha querido aclarar el secretario general de Vox. Dejan la pelota en el tejado de Feijóo. Es a él, insisten, a quien corresponde decir qué quiere hacer -si presentarse o no a una investidura- y a quien le toca "levantar el teléfono", algo que en Vox esperan "tras la perplejidad" con la que se quedaron tras la jornada constitutiva de las Cortes.
A pesar de estas palabras, que intuyen que no hay contacto entre ambas partes, laSexta ha podido saber que ayer mismo ambos equipos hablaron. "Estamos ansiosos por ver qué PP nos encontramos al otro lado del teléfono", dice Garriga, que aunque no habla de negociar una investidura, establece que las exigencias de su partido para con el PP son "recuperar la normalidad democrática y la neutralidad de las instituciones".
Los ánimos en el Partido Popular son similares y no renuncian a una investidura de Feijóo. "En función de lo que han dicho otras formaciones políticas, entre las que está Vox, podemos afrontar un proceso de investidura que intente que Alberto Núñez Feijóo sea investido presidente del Gobierno", ha asegurado Borja Sémper, en declaraciones a 'RTVE', reconociendo, no obstante, que "es muy complicado". Y es complicado porque, por ahora, las cuentas no salen ni aun contando con el apoyo de Vox.