Hay ganas de escuchar el ruido de las cremalleras cerrándose y de cerrar las maletas para irse a ver a la familia o viajar por otra Comunidad Autónoma después de tantos meses de confinamiento. Acaba el estado de alarma y empiezan los esperados reencuentros.
Es el ejemplo de Carles, que ha estado 116 días fuera de su casa, en Valencia, y que ha decidido viajar hasta su pueblo en Alicante. Una vez en su casa, sigilo para dar la mejor sorpresa a su madre. Sus planes son “pasear” por el pueblo y “comer comida casera” de su hermano y de su madre.
No es el único, son muchos los que están salivando y pensando en la comida casera de su madre, como Cristina, que vive en Vitoria y tiene que viajar a Extremadura. Asegura que se llevará varios tuppers para llevarse comida de su madre, una comida que también un clásico para los que viven fuera, como Melanie, en Alemania.
Ella pide comer croquetas, albóndigas y pescado, que en Alemania “es escaso”. Ella también espera ese abrazo en el aeropuerto de su familia y nos cuenta que ya tiene billete de vuelta. Pensando también en ese ansiado reencuentro está Álvaro, que después de cinco meses sin ver a los suyos también tiene los billetes para volar a Canarias.
Sus planes se basan en su confianza en el buen tiempo de Tenerife, donde espera celebrar todas esas reuniones que el coronavirus ha impedido. Piscina, barbacoa, terrazas... planes apuntados ya en agenda de muchos, que esperan poder pasar la página del confinamiento lo más pronto posible.