El origen del coronavirus aconteció el pasado diciembre en la ciudad de Wuhan, donde las alarmas han vuelto a saltar por el registro de un nuevo foco de infección. El primero desde que el Gobierno chino retiró las medidas de confinamiento.
Las autoridades locales han confirmado cinco nuevos casos de COVID-19, todos ellos en personas que viven en el mismo complejo residencial. Una de estas contagiadas es la esposa de un hombre que dio positivo hace unos días, quien fue el primer caso detectado desde el 3 de abril.
Estos últimos nuevos confirmados han sido clasificados como asintomáticos, es decir, estas personas pueden transmitir el virus sin presentar síntomas. Esto quiere decir que China no los incluirá en su recuento, ya que el país no suma los asintomáticos a su lista de casos confirmados.
Muchos de ellos están siendo supervisados en Wuhan y el Gobierno ha asegurado que el país reabrirá de forma gradual sus cines, museos y otros lugares de ocio. Por el momento, la ciudad de Shanghái ya ha reabierto algunas discotecas y lugares de entretenimiento.