La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha afirmado que 2022 comenzará con una nueva reforma laboral y que España contará con "un modelo de relaciones laborales basado en la estabilidad en el empleo", de tal forma que el contrato ordinario deberá ser el contrato "estable e indefinido".
Podemos Euskadi ha celebrado durante este sábado en el BEC de Barakaldo el encuentro 'Miradas amplias', en el que ha abordado "los retos a futuro junto a la militancia y la sociedad civil". La cita ha contado con la presencia de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, la eurodiputada María Eugenia Palop, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, o el secretario general de CCOO, Unai Sordo, entre todos.
En su intervención, Yolanda Díaz ha apostado por "ensanchar la miradas" en el mundo del trabajo y ha advertido que el principal problema del planeta es "la desigualdad y en España la precariedad". "La temporalidad es prácticamente la misma desde el primer gobierno democrático hasta hoy, que alcanza el 26%. No se ha hecho algo --para corregirlo-- porque éste ha sido el modelo que se ha defendido", ha lamentado.
En este contexto, ha subrayado que "es posible" cambiar el modelo de relaciones laborales, que está "pensado desde parámetros de temporalidad y precariedad", y ha apostado por aproximarse a algunos de los modelos que ya existen en la Unión Europea. Según ha defendido, para materializarlo el contrato ordinario deberá ser el contrato "estable e indefinido". "Esto es lo que vamos a hacer. Las relaciones laborales deben ser estables para tener vidas estables. Tener un 13% de trabajadores pobres habla muy mal de nosotros", ha denunciado.
Díaz ha sostenido que ello no quiere decir que no haya contratos temporales, pero ha incidido en que estos contratos tienen que "atender a una causas y, si esta no se cumple, tendrá consecuencias". "En la pandemia se ha demostrado que se puede ser eficiente económicamente, mantener el empleo y a la vez practicar fórmulas de flexibilidad interna y atender a razones estacionales en el empleo", ha valorado.
De este modo, ha afirmado que España va camino de "un modelo en que el contrato sea estable" y en el que se podrá tener un contrato temporal, pero que responda a una causa. "Vamos a hacer una excepción tasada para actividades ocasionales que estarán medidas", ha añadido.
A su juicio, la nueva normativa va a permitir reducir la temporalidad en "varios puntos", lo que permitirá contar con un "modelo de relaciones laborales basado en la estabilidad en el empleo".
Por otro lado, ha criticado que el neoliberalismo ha generado en las últimas décadas trabajadores "excluidos de los derechos fundamentales de ciudadanía por razones de renta o por no tener garantizados sus derechos fundamentales". "Esta es la gran tarea y estamos configurando un nuevo mundo que coloca el trabajo decente en el centro", ha asegurado Díaz, para añadir que una de las "grandes tareas" para 2022, "que creo vamos a empezarlo con una nueva reforma laboral", deberá ser tratar "la democracia en el trabajo, la democracia económica y la democracia en la empresa".
Tras defender que hay que democratizar "las relaciones laborales y la empresa española", la vicepresidenta ha realizado un llamamiento, además, a los trabajadores a "afiliarse" a los sindicatos y defender así "sus derechos de manera colectiva". "Hay que defender el sindicalismo para robustecer la democracia. Necesitamos que los trabajadores estén organizados y el sindicalismo sea fuerte. No es casual que la extrema derecha combata el sindicalismo", ha alertado.
De este modo, ha apostado por "hablar de democracia en la empresa" en 2022, materia en la que España no ha hecho "nada". "Vamos a caminar hacia fórmulas para los trabajadores tomen parte de la toma de decisiones empresariales", ha insistido. Asimismo, ha defendido una "justicia fiscal para que pueda haber una "democracia económica".
También ha anunciado que en el próximo año se abordará la ley de participación institucional y la ley usos del tiempo en el trabajo, que supone "cambiar la forma de organización de las empresas".