Tres semanas después de la final del mundial de fútbol femenino que quedó empañada por el beso sin consentimiento que Luis Rubiales propinó a la futbolista Jenni Hermoso, el presidente de la RFEF dimite. Renuncia a su cargo al frente de la Federación y a la Vicepresidencia en la UEFA, tal y como ha comunicado oficialmente este domingo.
La reacción por parte del movimiento feminista, que llevaba desde entonces exigiendo la renuncia o cese de Rubiales por su comportamiento con la jugadora, no se ha hecho esperar.
Una de las primeras ha sido Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones. Mediante un tuit, ha celebrado la decisión como una victoria feminista: "El país feminista avanza cada vez más rápido. La transformación y mejora de nuestras vidas es inevitable".
No ha olvidado mencionar además a la futbolista afectada: "Estamos contigo, Jenni, y con todas las mujeres".
También Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones, e Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales en funciones, se han pronunciado tras la dimisión. "Se acabó", han escrito ambas en un escueto mensaje en la red social de Twitter.