Los correos electrónicos entre la oficina central de Mossack Fonseca en Panamá y su sucursal en Uruguay en septiembre y octubre de 2016 muestran que los empleados discutieron un plan para antedatar documentos para ocultar el hecho de que el bufete no sabía que una compañía que había establecido en Bahamas, Fleg Trading Co., estaba controlada por la familia del presidente argentino Mauricio Macri.
Macri y otros miembros de la familia eran directores de Fleg Trading, según reveló la investigación original de los Papeles de Panamá. Su padre era el dueño. Las leyes contra el lavado de dinero exigían que Mossack Fonseca conociera dicha información.
Los empleados de Mossack Fonseca discutieron la posibilidad de que el abogado de Macri elaborara un documento escrito a mano en 2016, pero fechado años antes, que confirmara el propietario de la empresa, según comunicaciones internas.
El abogado descartó la idea pues la consideró "muy arriesgada" ya que la carta "podría ser refutada fácilmente por un calígrafo experto", quien reconocería que el documento habría sido escrito más recientemente que la supuesta fecha anterior. El cliente no quería "arriesgarse", dijeron en esas comunicaciones internas, "ya que están involucrados el presidente de Argentina y su familia".