Unas cintas adhesivas se han convertido en la nueva tendencia para acabar con las arrugas de cara, cuello y escote. Así lo han manifestado varias influencers en redes sociales donde muestran cómo se aplican la técnica viral del 'face taping', una tendencia de belleza que promete reducir las arrugas colocando unas tiras adhesivas allí donde aparezcan los signos de la edad y que las promocionan como si fuera el nuevo sustituto del bótox.

Pero lo cierto es que "no hay evidencias científicas a largo plazo sobre que reafirmen", informa Paloma Borregón, dermatóloga y directora de una clínica médica; y, de hecho, podría ser peligrosa. "Se nos puede irritar la piel cuando levantamos las bandas e, incluso, pueden provocarnos alergias los pegamentos que pueden llevar".