A 150 kilómetros por hora
13 de años de prisión para el kamikaze que mató a una menor circulando en sentido contrario
Seis minutos de horror El kamikaze iba al volante de un coche, drogado y borracho, conduciendo a 150 kilómetros por hora en sentido contrario durante 12 kilómetros por una carretera de Barcelona. Impactó contra otro coche en el que iba Meritxell con su padre, su prima y una amiga. La joven de 17 años murió.

13 años de cárcel para el kamikaze que mató a una menor: condujo en sentido contrario a 150 kilómetros por hora, ignoró todas las señales, se saltó un control que intentaba detenerlo.
Los padres de la niña piden que entre cuanto antes en la cárcel. Llevaban siete años esperando este momento. Siete años soportando que el hombre que acabó con la vida de su hija estuviera en libertad. Hoy por fin, reconocen estar "satisfechos".
Saben que entrará en prisión, una pena de 13 años. Están aliviados porque no se ha juzgado como un simple accidente, sino como un homicidio.
El tiempo para ellos se paró en 2018. El kamikaze iba al volante de un coche, drogado y borracho, conduciendo a toda velocidad, a 150 kilómetros por hora en sentido contrario durante 12 kilómetros por una carretera de Barcelona. Fueron seis minutos de horror.
Un temerario recorrido que acabó de la peor manera posible. Impactó contra otro coche en el que iba Meritxell con su padre, su prima y una amiga. La joven de 17 años murió. Durante el juicio Alfons Yebra, padre de la menor fallecida, tuvo que revivir la tragedia. "Abrí la puerta y lo que hice fue ir a sacar a las chicas. Lo que pasa que cuando llegué a la puerta de mi hija no había puerta", contó.
El kamikaze, por su parte, mostró una actitud victimista y fría. "Mi cabeza no funcionaba, estaba totalmente anulada, mi cabeza no era capaz de funcionar", quiso justificarse.
Por ello, Celia Berenguer, madre de la víctima, indica que "con esa impasividad durante todo el juicio, aún más demuestra que no se siente culpable de nada". Insisten en que lo único que quería era hacer daño.