Inanición, palizas, abusos sexuales... los 'Gorriones de Ratisbona' sufrieron estas torturas, durante más de medio siglo, a manos de curas, sus profesores y guardas. Convirtieron lo que debía ser un refugio para niños, frente a las penurias de la posguerra, en una "prisión infernal, en un verdadero campo de concentración".
El fiscal nombrado por la iglesia ha documentado al menos 500 víctimas de abusos físicos y 67 casos de abusos sexuales. Se ha identificado a medio centenar de agresores que se cebaban con los niños de entre nueve y diez años. El informe constata además que el hermano del papa emérito, Benedicto XVI, que dirigió la coral durante 30 años, algo tenía que saber, aunque lo negara en su día.
Las víctimas recibirán ahora unos 20.000€ de indemnización que, como dicen, no compensarán la peor etapa de sus vidas ni aliviarán su trauma.