Los rescatados llegaron a la costa italiana a bordo del buque "Aquarius" de MSF y SOS, bautizado por los medios locales como "la nave de los niños" por la gran cantidad de menores que encontraron refugio en él tras ser salvados en el mar, la mayoría, 178, no acompañados por adultos.

Los rescates se produjeron en aguas internacionales a unas 40 millas de las costas de la capital de Libia, Trípoli.

Los rescatados, entre ellos 50 sirios, relataron "casos de torturas, abusos y malnutrición" y que "muchos huían de los conflictos y la inseguridad y se encontraron con el infierno en Libia", desde donde zarparon para alcanzar suelo europeo.